STOP. Los pasos a la acera del muelle, desde el Paseo de Canalejas, han sido cortados. / NURIA REINA
CÁDIZ

El desvío de Canalejas se abrirá la próxima semana

Ayuntamiento y vecinos se reúnen hoy para analizar el trazado del tráfico Los comercios temen perder clientes y piden más información

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El desvío de la avenida del Puerto a través del muelle ya se ha completado y en menos de una semana está previsto que los coches circulen por los dos carriles alternativos. Las obras de ampliación del aparcamiento subterráneo del Paseo de Canalejas avanzan a buen ritmo. Es más, incluso «van más adelantadas de lo previsto», aseguraba ayer el primer teniente de alcaldesa y presidente de la Empresa Municipal de Aparcamiento, José Blas Fernández.

Sin embargo, pese a lo avanzado de los trabajos, los vecinos y comerciantes de los alrededores del Paseo se quejan de que aún no saben de qué manera se van a llevar a cabo, ni cómo ni cuándo pueden empezar a afectar al tráfico de la zona. Taxistas, autobuses, comerciantes y los propios vecinos que acceden en coche hasta sus casas temen verse perjudicados, aunque aún no saben decir en qué medida.

En respuesta a tantas cuestiones, hoy el equipo de Gobierno local anunciará el trazado alternativo para el tráfico, una vez que se corte totalmente la avenida en ambos sentidos (previsto a final del mes de noviembre). Además, el concejal José Blas Fernández se reunirá esta tarde con las ocho asociaciones de vecinos del centro para informarles de este trazado. Ayer, algunos afectados proponían ya algunas soluciones: «Nosotros todavía no tenemos claro de qué manera vamos a salir de San Juan de Dios -afirmaba un taxista, aparcado frente al ayuntamiento-; si cortan la avenida tendremos que salir al Campo del Sur por la calle Pelota, como antiguamente», especula junto a un compañero.

En la primera fase

Actualmente los trabajos están en el inicio de la primera fase -la menos traumática-, que consiste en el traslado de las tuberías, el cableado y los desagües al subsuelo de la acera, ya que aún discurren bajo la calzada de la avenida. Para hacerlo, se han suprimido todos los obstáculos de la acera, desde palmeras hasta farolas y parquímetros.

Será a partir de la semana que viene, una vez que se cierren los dos carriles más cercanos al puerto, cuando los vehículos comenzarán a circular por el recién creado desvío del muelle, en sentido Plaza de Sevilla a la Plaza de la Hispanidad. Durante tres meses, los coches y autobuses seguirán utilizando los carriles del sentido opuesto, pegados a los jardines. Y a partir de noviembre, el tráfico que cicrule desde el centro hacia Puertas de Tierra quedará suprimido.

Desde el bar Lucero,situado frente a la entrada de los nuevos carriles del muelle, su dueño Nicolás Lucero, asegura sentirse «expectante, ante una cosa tan novedosa; nadie nos puede decir si será una catástrofe o algo maravilloso, porque justo hasta aquí se podrá circular en coche». Por ahora, las obras no le han supuesto ningún perjuicio, a pesar de la supresión de los aparcamientos en la acera del muelle.

Distinta es la situación que viven los comercios que dan al Paseo de Canalejas. «Ahora que han cerrado el paso de los jardines y han quitado la parada de autobuses, vienen menos clientes», afirma el gerente de un restaurante. Además de estos comercios y los vecinos de la zona, que tendrán más difícil el acceso, la supresión del tráfico afectará a los autobuses, que cambiarán su ubicación y estacionarán en la explanada de la estación de trenes, en la plaza de Sevilla. En la oficina de Amarillos, aún desconocían ayer cuándo tendrán que trasladar su parada, aunque en el Ayuntamiento calculan que se acometerá a finales de noviembre. Los autobuses de la empresa Comes no volverán a sus paradas originales hasta dentro de tres años ya que tras las obras de Canalejas (con un plazo de 13 meses) se construirá otro aparcamiento en la Plaza de la Hispanidad (que durará otros 18 meses). «Para nosotros supondrá una ruina», afirma Francisco Pastor, dueño de la cafetería de la estación de Comes. «Si nos quitan los autobuses de aquí, perderemos el 70% de los clientes. Si eso pasa, cerramos en un mes».