Sin perdón

Susan Atkins, miembro del harén de Charles Manson, no sintió ningún tipo de compasión cuando degolló a la actriz Sharon Tate, embarazada del director de cine Roman Polanski, que imploró, al menos, salvar la vida de su bebé. El baño de sangre fue prolífico ya que otras seis personas fueron asesinadas en un macabro espectáculo que todavía hoy pone los pelos de punta. Sin embargo, tras 37 años entre rejas, parece que la asesina vive su propio infierno ya que el cáncer carcome sus entrañas a marchas forzadas.

Por esta misma razón, Atkins, de 60 años, pidió al Comité de Evaluación de la Libertad Condicional del estado de California su posible liberación para poder tener derecho a morir en paz. Una sorprendente petición, dadas las circunstancias, que fue claramente denegada por los doce miembros del consejo sin dar ninguna explicación al respecto.

De hecho, el fiscal del distrito de Los Ángeles, Steve Cooley, envió el pasado lunes una misiva al presidente del comité, James Davis, en la que sugería que Atkins, quién está muriéndose de cáncer cerebral, no debería ser agraciada con un mandato de libertad por compasión. Atkins formó parte de la sanguinaria fiesta celebrada en la mansión del cineasta, donde Charles Manson y su grupo de sectarios, adictos al LSD, interrumpieron una reunión de amigos y segaron la vida de la actriz y la de sus invitados.

Una de los principios que basaron la posible libertad de Atkins, a la que le tuvo que ser amputada una pierna y que tiene paralizada la otra, es el coste que supone su manutención carcelaria. Durante el último año, la presa ha costado más de un 1,4 millones de dólares, (unos 879.000 euros) al estado.

Los familiares de los fallecidos en el sangriento evento no han mostrado ningún tipo de compasión. El sobrino de Jay Sebring, una de las víctimas de esta carnicería humana, afirmó que «la noción de morir con dignidad no se ve determinada por las circunstancias, sino por la elección». «La señora Atkins debería morir con dignidad en el cumplimiento de su pena. Mi tío murió con dignidad en la peor de las circunstancias», añadió.

Proyecto cinematográfico

Curiosamente, Hollywood está fraguando una revisión para la gran pantalla del mito de la familia de Charles Manson. Hasta hace poco Lindsay Lohan se barajaba como nombre destacado en el proyecto de 'Manson Girls' ('las chicas de Manson') para interpretar a una de las jóvenes del harén del asesino. Aún así, se rumorea que la díscola actriz ha abandonado el proyecto por problemas personales.

La dramática escena de Sharon Tate en 'El baile de los vampiros', la película que Polanski estrenó poco antes de la muerte de su esposa, fue recreada por el desquiciado harén de Manson y sus chicas preciosas alrededor de una hoguera y sumergidas en un baño de sangre.