SANTA CATALINA. Medio centenar de alumnos asiste a estos cursos de verano. / ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

¿Para qué otro puente?

Fresneda, uno de los tutores de los cursos del colegio de Arquitectos, asegura que «habría sido mejor apostar por el transporte público»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

¿Para qué introducir más tráfico? ¿Por qué no potenciar el transporte público? ¿Necesita Cádiz un segundo puente? Aunque no es el primero que lo cuestiona -y de todas formas, ya no tiene remedio porque las obras ya están iniciadas- el arquitecto Javier Fresneda se ha tomado la molestia de analizar este supuesto. Y de transmitir esta inquietud a los estudiantes de Arquitectura que asisten a su taller, dentro de la sexta edición de los cursos de verano del Colegio de Arquitectos.

Estos talleres, que se desarrollan durante esta semana en el castillo de Santa Catalina, se centran en analizar lo que dibuja el avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para el tramo entre la llegada del puente y la prolongación de la avenida de Huelva hasta el paseo marítimo, cruzando por Juan Carlos I y la Avenida. Los cursos tendrán su colofón el viernes, en un debate en el propio colegio (17 horas) con el que los arquitectos esperan contribuir y dar ideas a los responsables municipales, encargados del planeamiento urbano.

El arquitecto madrileño, profesor de Proyectos de la Escuela de Arquitectura de Alcalá de Henares, ofreció ayer una charla complementaria en la sede del colegio (plaza de Mina) para hablar de su concepto de espacio público y del poder real de los arquitectos para dibujar las ciudades.

Para Fresneda, los arquitectos tienen un escaso margen de maniobra: «Actuamos sólo en los edificios y al final, lo que queda son pequeñas islas». Su concepto se basa en que los edificios no tienen que morir en sus paredes, sino ganar espacio público. «Intentamos concentrarlo todo lo máximo posible para liberar suelo que después recuperamos en otras partes, como la cubierta», de tal manera que después ese espacio libre revierta de manera positiva en el entorno.

En cuanto a Cádiz, ahora que se ha puesto a estudiar una parte del planeamiento que prepara el Ayuntamiento (en fase de avance todavía), asegura que no hay en el tramo estudiado -la llegada del segundo puente- «nada ilusionante». Por eso plantea esos interrogantes sobre el segundo puente, sobre si tiene o no sentido. «Cádiz tiene unas potencialidades muy fuertes y sugerentes, pero las ideas que expone el PGOU se nos quedan muy vagas», matiza. Admite que el caso de Cádiz es especial, porque la ciudad no puede crecer: «Es algo parecido a Manhattan, pero con un casco histórico que sería imposible encontrar en Estados Unidos».

Fresneda lamenta que a la hora de diseñar un nuevo planeamiento, «se apoye en un discurso de diálogo con los ciudadanos que al final no se produce». Y cita como ejemplo la barriada de Astilleros, que es la más nueva de la ciudad. «Probablemente, se hizo pensando que los que vivirían allí estarían frente al mar, pero ocurre que es justo al contrario».

mcaballero@lavozdigital.es