España sorprende a Brasil y se cuela en la primera final de su historia

De ensueño. Así puede resumirse la semifinal que albergó La Victoria ayer. Respaldadas por el público gaditano, la selección femenina que dirige Pedro Moreno venció contra todo pronóstico a la, hasta ayer, imbatible Brasil.

Los balances previos al partido eran claros. La selección española, eufórica con su pase a semifinales, tendría en frente al combinado femenino de balonmano playa con el palmarés más laureado. Los dos mundiales anteriores al de Cádiz, habían sido monopolizados por las chicas brasileñas.

El partido comenzó igualado, aunque la selección canarinha controlaba el marcador. Hasta el 4-4 España contestaba a Brasil tímidamente. Pero estaba respaldada por una afición muy alentadora que no se amedrentaba ante el viento de Poniente. Parecía que iba a ser un partido igualado hasta que las chicas sudamericanas pisaron a fondo y cargaron su brazo. Una serie de ataques rápidos dejaba a España al borde del KO. La pivote brasileña lo enchufaba todo y Susana Martínez no acertaba desde los 6 metros. La desidia hizo mella en las españolas. 12-4 terminó un primer periodo que le daba un punto a Brasil y un mazazo a las ilusiones de las españolas.

Remontada

Pero las dominadoras del balonmano playa cometieron el error que a tantos equipos ha tumbado en el deporte. Le dieron la espalda al partido y se confiaron. España, ayudada por la grada que rozaba el lleno absoluto, se levantaba del duro golpe recibido y comenzaba muy fuerte el segundo tiempo.

La conexión Noelia Fornell-María Fernández daba ahora muchísimo más fruto con la gaditana haciendo daño por el centro. Anna Pi no titubeaba desde los siete metros y firmaba un 3 de 3. Inma Navarro era un puñal por la derecha y la defensora Adriana López, algo perdida al principio, defendió con uñas y dientes en esta segunda mitad. Le sirvió, y mucho, a Moreno las indicaciones que dictaba a López desde la banda. El equipo se convertía en una máquina perfecta y vencía por 16-18 en el luminoso de La Victoria.

En el shoot out que decidía quien se las vería con Croacia en la final, Pi, Navarro y Fornell no fallaban y Llanos Trigueros, bien en la primera parte y espectacular en la segunda, se convertía en Iker Casillas y paraba los tres lanzamientos brasileños. Un reconocimiento a una selección y un seleccionador que merecían hacer historia en el balonmano español.