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Estados Unidos y la República Checa firman el acuerdo del escudo antimisiles

Rusia advierte de que el sistema de defensa complicará la seguridad europea y anuncia «medidas adecuadas»

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Estados Unidos ha superado ya el primer escollo en su camino hacia el despliegue de su escudo antimisiles en el este de Europa. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y su homólogo checo, Karel Schwarzenberg, firmaron ayer en Praga el acuerdo para la instalación de una base de radar. Estará situada a 90 kilómetros al sudoeste de la capital checa. Como era de esperar, Moscú ha expresado su malestar y advierte que la iniciativa «complicará» la seguridad europea.

A Washington le queda ahora concluir las negociaciones con Varsovia. Se trata, según la Casa Blanca, de proteger a Estados Unidos y a sus aliados europeos de un hipotético ataque con misiles de parte de países hostiles como Irán. Pero en el Kremlin existe el convencimiento de que el objetivo real de esas instalaciones es «debilitar el potencial defensivo de Rusia».

La firma del convenio que abre la República Checa a los radares americanos fue ofrecida en directo por los canales de televisión del país europeo y tuvo lugar en el palacio Cherninski, el mismo sitio en donde se suscribió el acta de defunción del Pacto de Varsovia.

La nota de la cancillería rusa indica sin demasiadas precisiones que se tomarán «medidas adecuadas de carácter militar para compensar el desequilibrio de fuerzas». Fuentes del Ministerio de Exteriores citadas por la agencia Interfax señalaron que la decisión adoptada en Praga «no refuerza la seguridad en el continente europeo, más bien la complica». Otro responsable diplomático ruso dijo que el acuerdo alcanzado recientemente entre Moscú y Washington sobre la obligación de mantener consultas antes de dar cualquier paso con relación al escudo antimisiles «queda sin efecto».

Por su parte, Rice explicó en rueda de prensa que diez misiles «son poca cosa para hacer frente al arsenal nuclear ruso». La secretaria de Estado afirmó además que se dispondrán las medidas de «transparencia» necesarias para que Rusia pueda hacer un seguimiento de la actividad de la base de radar. Rice debería haber viajado ayer a Varsovia para cerrar también allí el tratado que hará posible el despliegue de diez misiles interceptores, pero parece que el acuerdo aún no está maduro.