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Frutas y verduras

No me gusta esa frase que dice que cualquier tiempo pasado fue mejor, pues considero que lo mejor está por venir. Aunque en el caso que hoy nos ocupa, según mi modesta opión, no se cumple. Me refiero a las frutas y verduras veraniegas, y que nos llegan muy anticipadas. O sea, desde principios de la primavera y que culminan allá por el mes de septiembre con uno de los frutos más sabrosos de nuestra zona como es la uva moscatel.

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Hoy esos frutos de siempre y otros menos conocidos en aquella época, como los kiwis, pomelo, aguacate, mango, etcétera, que nunca fueron de nuestra tierra, nos vienen muy bien presentados en color, limpieza, tamaño... pero no como aquellos sabores y olores de antaño. Recuerdo aquellos melones y tomates de Rota que llegaban a Cádiz en aquel Falucho que hacia la línea marítima entre Cádiz y la bella población roteña, y que tan buenos productos daba a su tierra. Las brevas de Medina, las sandías de Sanlúcar de ese campo llamado La Colonia y que tan buenas verduras daba y, en muchos casos, sigue dando, como los damascos de Chiclana y los guisantes, las ciruelas claudias de Puerto Real, aunque este pueblo siempre ha dado mejores productos del mar.

No digamos nada de Conil y la parte de El Colorado, que también dio siempre muy buena fruta y verdura aunque hoy, por aquello del turismo, tenemos más ventas y bares y hoteles que, por supuesto, es más productivo que el campo o la huerta. Todos esos frutos quizá no tuviesen la misma vista que en la actualidad, pero el sabor y olor era distinto.

Sin embargo, hay cosas que no han perdido ni el gusto ni su época, como ha sido el célebre y popular higo chumbo. El amigo Yani del Italinao hizo un helado de este producto y, dicho sea de paso, bastante rico. Qué mayor de Cádiz no se acuerda del pregón de los vendedores: «A quién le parto el higo... de Jerez».