Armas avaladas

l aval proporcionado por el Tribunal Supremo de Estados Unidos a la tenencia de armas como un mecanismo de defensa personal puede encontrar acomodo en la legalidad constitucional que viene dando cobertura a la extensión de aquellas entre la población del país. Pero ni ese amparo legal largamente arraigado, ni la evidencia de que cada estado puede establecer sus propios límites a la normativa general, evitan una cierta sensación de incomprensión ante una resolución que consagra una práctica que facilita la respuesta más agresiva -quien no tiene un revólver no puede dispararlo- y que propicia periódicos estallidos de violencia que se traducen en asesinatos múltiples. El perfil de alguno de esos homicidas, a los que se permitió disponer de una herramienta tan mortífera como una pistola sin un mínimo control, denuncia las consecuencias más extremas de la venta masiva de armas. Pero sus efectos cotidianos no son menores y siguen cuestionando que la posesión de las mismas actúe como un efectivo factor disuasorio del delito.