MILENIO

Final a la carta

SE cerró el curso legislativo en las Cinco Llagas con un resultado previsible en este último pleno sobre el nuevo modelo de financiación autonómica: sin acuerdo definitivo aunque, y aquí estamos ante una novedad prácticamente imprevista, con acuerdos parciales sustanciosos que permiten vaticinar un aprobación definitiva del nuevo modelo que se persigue en los primeros plenos del próximo periodo de sesiones que se iniciará en septiembre.

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Por añadidura, se confirma una vez más que la política no es una ciencia exacta. Si lo fuera, todos los grandes líderes, hombres de pensamiento, figuras carismáticas y otras referencias míticas en los que mirarse a lo largo de los tiempos en este campo público de los intereses generales, difícilmente aparecerían de forma destacada como en la actualidad. La impresión que tuvimos ayer al comparecer posteriormente en la Cámara los principales actores del debate es que fueron los representantes del Ejecutivo los que mostraron mayores dosis de satisfacción por la 'foto-finish' del debate, los del PP ni lo uno ni lo otro, y los críticos consumados fueron, otra vez, los coaligados de IU-CA envueltos en la bandera de la 'deuda histórica'. Hemos conocido mejores y peores finales de este periodo de sesiones que finaliza invariablemente con la inclemente canícula hispalense.

Un final 'a la carta', por decirlo de alguna forma, que le sirvió a comunistas y populares a pasar de puntillas por la pérdida de la alcaldía de Bollullos Par del Condado (trece mil habitantes) al prosperar la moción de censura 'anti natura' de coaligados de IU y populares que posibilitó el cambio en el sillón municipal. El líder Valderas, lugareño de la población onubense, anunció de inmediato la expulsión de la coalición de los cinco concejales propios que firmaron la moción. Pero no hay manera, o no se encuentra la fórmula, que permita acabar con estas componendas puntuales municipalistas que pretenden confundir los intereses generales con los de un grupete de cuatro o cinco criaturas cansadas de esperar una mejora general en sus funciones. Y no será porque no haya acuerdos para impedirlo.