El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno en el Senado. /EFE
primera comparecencia en el senado de zapatero

Gobierno y oposición se enzarzan con la economía sin encontrar una salida a la «fuerte desaceleración»

Con los camioneros en pie de huelga y e del desabastecimiento sobrevolando las Cámaras, la economía ha dominado las sesiones con los mismos argumentos de la oposición contra el mismo frontón del Gobierno

MADRID Actualizado: Guardar
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No hay manera de que el presidente del Gobierno diga en el Parlamento lo que Mariano Rajoy intenta desde hace tres semanas: que hay crisis económica. Lo único que ha conseguido en el pleno del Congreso que Zapatero admita una "desaceleración fuerte". Tampoco logra que el Gobierno diga que está inactivo la portavoz del grupo popular, Soraya Sáenz de Santamaría, que un miércoles más, tras su debate con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, ha recibido de los diputados del PP una ovación mucho más entusiasta que la dedicada al propio Rajoy.

Con los camioneros en pie de huelga y el buitre del desabastecimiento sobrevolando el hemiciclo, la economía ha dominado la sesión de control, que sigue viviendo, semana tras semana, de los mismos argumentos de la oposición lanzados contra el mismo frontón del Gobierno. Animan al PP los malos datos económicos, y ha llegado el turno a un alza del IPC desconocido desde 1995.

Medidas para la desaceleración

En su tercera pregunta semanal consecutiva sobre el mismo asunto, el líder del PP ha utilizado el dato en favor de su conocido axioma: La crisis existe y el Gobierno no hace nada. Zapatero le ha recordado el paquete de medidas económicas aprobadas en el primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno y ha vuelto a exhibir el valor de la paga de 400 euros.

"Usted lleva mucho tiempo negando la enfermedad y por tanto no aplica terapia alguna" y "así vamos muy mal", le ha reprochado el jefe de la oposición, que no ha olvidado el paro de los transportistas. Rodríguez Zapatero le ha replicado con los 25.000 agentes de Policía y Guardia Civil desplegados para desbloquear las carreteras y se ha adentrado en las 30 medidas económicas de su Ejecutivo, que según había dicho antes pretenden ayudar a familias y empresas ante la "desaceleración fuerte" de la economía.

El posterior "cara a cara" entre Sáenz de Santamaría y De la Vega ha versado sobre la acción y la inacción. Sólo le ha faltado a la portavoz del PP acusar de vagancia al Ejecutivo, convencida como está de que no ha hecho "absolutamente nada" cuando "las estanterías de los supermercados se están quedando vacías", afirmación protestada por las filas socialistas.

La defensa del Gobierno se basa en el 9-M

Tras negar la mayor (la vicepresidenta ha asegurado que sí se legisla), María Teresa Fernández de la Vega le ha puntualizado que los ciudadanos dieron la confianza al PSOE para que gobernara. Pero la dirigente del PP se ha jactado de previsora y le ha mostrado un documento comparativo sobre la actividad legislativa al comienzo de las últimas legislaturas para afirmar que los socialistas han hecho lo mínimo: "Tanto han hablado de una España sin crisis, sin paro y sin problemas que han acabado por creérselo y por eso no trabajan".

También ha dicho que si fuera por los socialistas sólo se habría hablado en el Parlamento del "tamaño de la papeleta del Senado " y del "teléfono de la masculinidad" ideado por la ministra Aído. Los aplausos de la bancada popular han sido largos y entusiastas. María Teresa Fernández de la Vega ha pedido a los dirigentes del Partido Popular que "arrimen el hombro".

La continuación de lo que ocurrió en el Senado

Por la mañana, en el Senado, el presidente del Gobierno había recurrido también a la victoria electoral para contestar a una pregunta del portavoz del PP, Pío García Escudero, igualmente dedicada a la crisis. El senador había reprochado a los socialistas que piensen "que los españoles nos chupamos el dedo", con un Ejecutivo al borde de la "parálisis".

Según Zapatero, es verdad que los españoles "no se chupan el dedo, como demostraron el pasado 9 de marzo"; los senadores socialistas han celebrado sonoramente su contraataque.

El presidente del Gobierno ha asegurado que no llevará a cabo "decretazos" -en referencia al decreto-ley adoptado en 2002 por el Gobierno del Partido Popular conocido como el "decretazo"- que dio lugar a una huelga general, y se ha comprometido a mantener el diálogo social. Zapatero ha querido tranquilizar a los ciudadanos y también ha afirmado que no va a congelar el salario mínimo, "que lo vamos incrementar", ni las pensiones mínimas.