Raúl López aprueba la última bronca de los aficionados

El pasado lunes, treinta aficionados acudieron al estadio Ramón de Carranza para abroncar a los futbolistas amarillos y pedirle mayor implicación en el terreno de juego. Algunos miembros del vestuario han rechazado esta actuación, otros la han minimizado, pero entre ellos no se encuentra Raúl López. Como cadista, entiende que la afición esté «preocupada, inquieta y disgustada con su equipo». Y por una sencilla razón: «ya la conocemos y no queremos ver la Segunda B ni en pintura».

El zurdo comenta que «es un pozo del que cuesta mucho salir, y por eso es normal que se muestren disconformes». La arenga puede ser efectiva o no. Eso es algo que se verá el domingo.

Lo que vendrá bien es «que todo el mundo, como siempre, se una para sacar esto adelante. Si nos vamos a Segunda B, nos vamos todos, y no es lo mismo jugar en el campo del Moralo que en el del Celta. Aportemos cosas positivas al equipo, no sacar temas de donde no hay», apunta.

El jerezano lleva días inculcando en sus compañeros la mentalidad con la que se debe afrontar el encuentro frente al Nàstic de Tarragona. «Hay que dar todo porque quedan menos opciones y margen de error, y esta semana contamos con el apoyo de nuestra afición en un partido vital donde nos jugamos casi toda la temporada», declara el canterano.

Consciente

El vestuario está «bien, sabe de la importancia del duelo y lo que nos jugamos». Es consciente de que la salvación pasa por Carranza, por ganar en casa, «porque tras el Nàstic tenemos un partido muy difícil en el campo del Málaga» del que será complicado salir airoso.

Con respecto al conjunto catalán, «viene en una racha buena, positiva, pero alguna vez tendrá que perder y nosotros ganar, que llevamos sólo un punto de doce».

38 jornadas después, el Cádiz se la va a jugar casi a una carta. El lateral confiesa que todo esto le coge de sorpresa. «Yo no me lo esperaba. Si me lo dicen a principios de temporada, de verdad que no me lo creo. Es un equipo hecho para ascender... pero dentro de lo que cabe, a ver si podemos hacer todo lo posible para que termine el año y planificar ala próxima temporada».

No es la única plantilla que se encuentra en esta situación. Precisamente el rival de esta semana, el Gimnàstic, bajó este año de Segunda con el único objetivo de regresar a Primera, haciendo un desembolso importante. El Celta es otro de los equipos que está muy por debajo de las expectativas.

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