TRANQUILIDAD. Una pareja camina por uno de los paseos del González Hontoria, cuyo aspecto ayer no tenía nada que ver con el de días pasados. / CRISTÓBAL
Jerez

El domingo fue un día tranquilo y familiar

La Feria del Caballo 2008 se despidió ayer en silencio, casi sin hacer ruido. La jornada estuvo marcada por la tranquilidad y el calor a primera hora de la tarde. En las casetas se vieron, sobre todo, familias, personas mayores y grupos llegados desde pueblos de la provincia.

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Así las cosas, algunas casetas comenzaron las tareas de recogida cuando el sol todavía brillaba con fuerza. Lo único que animó un poco el panorama fue la llegada de algunos aficionados xerecistas al Real tras finalizar el partido en el que el Xerez ganó por tres goles a cero al Deportivo Alavés. La zona más concurrida durante el mediodía y la tarde fue la de los cacharritos y es que numerosos padres aprovecharon la jornada para llevar a los más pequeños a las atracciones de feria.

Por lo demás, las casetas aprovecharon para deshacerse del género poniendo la comida y la bebida a precios mucho más asequibles. No obstante, siempre están los jartibles y este año no podía ser menos. Los últimos en abandonar el Real del González Hontoria lo hicieron ya entrada la noche, aunque sin causar jaleo ni problemas. La Policía apenas tuvo trabajo durante el último día de la Feria de Jerez.