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Setenta muertos al empotrarse un tren de alta velocidad en otro convoy en China

La peor tragedia ferroviaria de los últimos once años en China dejó ayer al menos setenta muertos y 420 heridos, aunque la primera cifra se elevará considerablemente porque otras 70 personas permanecían ayer hospitalizadas en estado crítico. El accidente tuvo lugar, según informó la agencia estatal Xinhua, a las 4.43 de la madrugada (20.43 del domingo, hora española) en la provincia oriental de Shandong. Allí, a las afueras de la ciudad de Zibo, uno de los trenes considerados de alta velocidad en China -por circular a más de 200 kilómetros por hora- descarriló y chocó contra otro ferrocarril.

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Nueve vagones del primer convoy, que cubría el trayecto entre Pekín y la subsede olímpica de Qingdao para pruebas de vela, se salieron de las vías y cayeron a una zanja, impactando también contra el tren que se dirigía desde Yantai, en la provincia de Shandong, hasta Xuzhou, en Jiangsu. Este grave siniestro se debió, tal y como señaló Xinhua, a una negligencia humana, por lo que dos altos cargos de la Oficina de Ferrocarriles de Shandong fueron destituidos de manera fulminante. Tanto las imágenes que llegaban del lugar del suceso como los testimonios de los supervivientes, distribuidos en los hospitales de toda la zona, estremecían por la virulencia de la colisión. «Vi a una chica que estaba intentando sacar a su novio de un vagón, pero estaba muerto», declaró un pasajero apellidado Zhang, quien explicó que «de repente sentí que el tren era como una montaña rusa que giraba para uno y otro lado y, cuando volcó, mucha gente cayó sobre mí».