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El reverendo amigo de Obama torpedea su campaña con un discurso incendiario

Desde que hace un mes y medio uno de sus sermones abriese la caja de Pandora de las diferencias raciales, Jeremiah Wright se ha mordido la lengua. Ayer, el incendiario reverendo que casó a Barack Obama y bautizó a sus dos hijas explotó como un volcán frente a las cámaras de medio país.

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No dejó títere con cabeza. Durante el turno de preguntas, el pastor afroamericano de Chicago comenzó reafirmándose en una de sus más controvertidas declaraciones, aquella en la que acusó a EE. UU. de haberse buscado los ataques del 11-S porque «lo dice la Biblia, no lo digo yo», advirtió desafiante. «Jesús dice 'No le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti', y no se puede hacer terrorismo en otros pueblos y esperar que nunca se vuelva en contra».

Aplausos

Le aplaudían escandalosamente decenas de simpatizantes que le acompañaban, entre ellos miembros de los Panteras Negras y de la Nación del Islam, que le proporcionó guardas de seguridad mientras él defendía a su líder, Louis Farrakan, como una de «las figuras más importante de los siglos XX y XXI», dijo del personaje que más temen los blancos de EE. UU. «No me vas a decir quién son mis enemigos», retó a la periodista. «Él no me encadenó, no me esclavizó ni me hizo de este color». Demandó que su país deje de oprimir a los afroamericanos y les ofrezca una disculpa pública acompañada de acciones. «Si te piso y te pido perdón, pero sigo poniéndote el pie encima, ¿me perdonas?», cuestionó.

Antes de ofrecerse para vicepresidente del aspirante demócrata, le asestó un golpe mortal al negar que se haya distanciado de él, como sostiene su campaña. «Si Obama no dice eso nunca lo elegirían», reveló.noviembre (día de las elecciones generales). El reverendo Wright se reafirmó también en otras polémicas declaraciones, como la que compara a Israel con el régimen del apartheid, o que el sida bien pudo ser inventado por el Gobierno.