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Natascha Kampusch ofrece su ayuda a las víctimas de Amstetten

Si alguien en Austria es capaz de entender en toda su dimensión el calvario que vivió Elisabeth Fritzl, la mujer que comenzó a ser violada por su padre cuando tenía once años y que vivió encerrada casi un cuarto de siglo en un zulo como esclava sexual, es Natascha Kampusch, que regresó al mundo de los vivos en agosto de 2006 después de haber vivido ocho años secuestrada.

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Ayer, la joven de 20 años, que logró reincorporarse a la vida normal tras escapar del cautiverio a que la tenía sometida Wolfgang Priklopil, tuvo un gesto inesperado cuando se ofreció, desde los micrófonos de la radio austriaca (ORF), a ayudar a las víctimas del 'monstruo de Amstetten'. «Tuve este deseo espontáneamente y quiero ayudar económicamente», dijo Natascha. «Quizás otras personas deseen seguir mi ejemplo y ofrecer donaciones», añadió.

No fue todo. Kampusch, que también fue sometida a vejaciones sexuales por su secuestrador, sugirió que deseaba contactar con Elisabeth por considerar que había vivido una tragedia similar para ofrecerle parte del dinero recaudado en el último año y medio con apariciones televisivas y la venta de un libro en el que relata su horrenda experiencia. «Por un lado me preocupa la familia porque toda la agitación de la prensa seguro que no es bueno para esas personas», añadió la joven, quien admitió que su apoyo financiero serviría para educar y reintegrar a la sociedad a los hijos de Elisabeth.

Natascha Kampusch confesó que siempre sentía la necesidad de ayudar a las víctimas de abusos sexuales y que podía comprender muy bien la situación que estaba viviendo la víctima y la esposa del «monstruo de Amstetten».

Esclava sexual

Natascha desapareció el 2 de marzo de 1998 cuando se dirigía a la escuela. Según una compañera de clase, que fue testigo del secuestro, la niña fue obligada por un desconocido a subirse a una camioneta. Hace dos semanas, parte de las investigaciones realizadas para esclarecer el secuestro de la joven que pudo escapar de su captor fueron filtradas a la prensa. En ellas se revelaba que Kampusch fue utilizada como esclava sexual por Priklopil. Con todo, la pesadilla vivida por Natascha no tiene comparación con el calvario sufrido por Elisabeth Fritzl.

El psiquiatra Max Friedrich, que también atendió a Natascha, señaló que en el aspecto psicológico los tres que han vivido toda su vida en cautividad no han podido desarrollar ningún tipo de sentido de la comunidad.