Cultura

Al igual que Nick Talbot (alias Gravenhurst) o Kelley Stoltz, Cass McCombs sabe cómo tiene que desprenderse de ese uniforme de cantautor de bonita voz con guitarra y moderadas melodías para llegar a disfrazarse de indefinible músico-poeta que no atiende a formalidades. En este tercer álbum de su carrera cuaja un catálogo de ensayos previos como antes sólo había alcanzado a insinuar. El vigoroso comienzo con Lionkiller (una especie de psychobilly con ritmo industrial) es la arista de un programa que puede contener lo mismo capítulos vanguardistas con ínfulas asiáticas (Deseret) que llano y exquisito folk ácido (Full Moon or Infinity): un magnífico y variado escaparate de propósitos consumados que debe paladearse con connivencia. / JESÚS SERVÁN

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n EP de debut, un álbum -Like The Linen (2005)- y alguna que otra incursión en recopilatorios arrojaron luz sobre esta joven norteamericana de ascendencia vietnamita cuya trayectoria arraiga en los dominios de la lucidez de la mano de este segundo trabajo. Thao Nguyen se apoya en su grupo The Get Down Stay Down para moldear una dinámica propuesta a partir de una ingeniosa lectura de perfiles como folk y pop. Su natural combinación, unida a la capacidad para manejar melodías y espacios mediante desarrollos conformados por tramas acústicas, con guitarras y vientos, y liderados por su aguzada voz, dan sentido a esta ágil y encantadora obra. / SALVADOR CATALÁN