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Roma

Roma, canalla, herido está de muerte el pueblo que en ladrillo invierte... Peaso alegoría. No viene a cuento, pero queda del carajo. Infinitamente mejor las Metáforas que nos dejó el martes pasado en estas páginas Manuel Ruiz Torres; cuando un escrito despierta en uno la capacidad de imaginar, de sospechar, de rumiar, de darle un cosqui a la conciencia, de hacer un auto examen (y verse cateado), de ir más allá, ese escrito es, para el que despierta esas sensaciones, bueno. Eso me ocurrió... Me entraron ganas, no de esperar al Doce, sino de irme a por él y dársela de todos los colores... Y es que a veces la imaginación va de libre a libertina que no nos damos ni cuenta, y aunque quise ver más una crisis que una recesión en las ideas, en el fondo sí que pude ver todo el parque temático cumplido, digo más, para mi que ya vivimos en el parque temático, porque a la pregunta ¿en qué va a mejorar nuestras vidas esa celebración? sólo cabe contestar que en nada... ¿Cómo es posible mejorar nuestras vidas...?

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Ahora, sin ir más lejos, todos los gaditanos vivimos un lío de faldas, ¿qué pueblo puede decir esto? En el trabajo, en el bar, en la peluquería, en el almacén, en el kiosco... Vulnerará la Ley de la Igualdad, pero desde luego no vulnera la ley de la guasa y del cachondeo que da sentido a nuestras vidas... Tengo para mí que siempre hemos vivido el espíritu del Doce, y que es exactamente igual al del trece, el catorce, el quince, puro parque temático. Luego vendrán carteles, expertos, obras de teatro, piezas de música, recreaciones de época, ese puente del tranvía al que mirar desde la cafetería del Corte Inglés (que el pueblo participe), igual incluso ha bajado el precio del crudo y dejamos de comer poco hecho, de una manera u otra, se mantendrá el parque temático, el espíritu, la vitalidad hedonista... (vamos, si todo esto no lo jode Roma).