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Las legislativas en Irán miden el desgaste del presidente por la crisis económica

El pueblo iraní elige entre 4.419 candidatos a los 290 componentes del octavo Majlis-e Shura-ye Islam, el Parlamento de la República Islámica, la única institución, junto a la presidencia y el Consejo de Expertos, que se elige a través del voto popular. Estos comicios legislativos llegan marcados por la reciente ronda de sanciones impuesta por la comunidad internacional a Teherán debido a su programa nuclear. El momento elegido para hacer público este tercer paquete de medidas de castigo ha sido interpretado por el presidente, Mahmoud Ahmadineyad, como «un intento de influir en la decisión de voto», por lo que las autoridades islámicas buscan una muy alta participación que sirva de respuesta a las sanciones.

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Desde su elección al frente del Ejecutivo en 2005, el líder ultraconservador ha gozado del apoyo de una cámara en la que sus seguidores disfrutaban de la mayoría, pero algunos analistas apuntan a que el color de los escaños podría variar y caer en manos del sector conservador menos radical debido a la grave crisis económica interior que ha minado seriamente la popularidad de Ahmadineyad y los suyos. El Parlamento tiene la capacidad de aprobar o desestimar cualquier propuesta del presidente y su oposición es un gran obstáculo para el funcionamiento político del país.

En 2004, con Mohamed Jatamí en la presidencia, los grupos conservadores se alzaron con 190 escaños, por 50 de los reformistas, que cayeron de forma estrepitosa perdiendo 130 asientos respecto a 2000, y ése fue el inicio del fin del clérigo reformista, cuyos seguidores perdieron las siguientes elecciones a manos de Ahmadineyad. Las legislativas de 2004, además, fueron muy controvertidas debido a que 3.605 candidatos resultaron vetados por el Consejo de Guardianes, la mayoría reformistas, y por ello grandes figuras de la oposición, como la Premio Nobel Shirin Ebadi, llamaron al boicot.

Teólogos y juristas

El Consejo de Guardianes es el responsable de dar el visto bueno a los candidatos al Parlamento, por lo que el voto de los ciudadanos está determinado por la criba elaborada por los seis teólogos y seis juristas de esta institución, cuyo objetivo es eliminar a los elementos menos islámicos, que normalmente son identificados con los políticos más aperturistas. Para la cita de mañana el 40% de las candidaturas presentadas no superaron este control. El proceso de selección ha sido, sin embargo, mucho más benévolo que en ocasiones anteriores.