Artículos

Adiós a Annapolis

Ignorando el descubrimiento de Verlaine, Condoleezza Rice había dicho en Jerusalén que todavía le parece posible alcanzar la paz entre palestinos e israelíes en lo que queda de año, según lo previsto en la Conferencia de Annapolis.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pero lo sucedido desde el miércoles 27 de febrero hasta ayer ha llevado a cero las posibilidades de que tal cosa ocurra: el día mencionado un misil israelí acabó abruptamente con una cierta calma, una semitregua oficiosamente observada por Hamas, y mató limpiamente a cinco activistas de Hamas.

Un cohete Kassam mató a un civil en Sderot a renglón seguido y la respuesta fue un ataque en toda regla, la operación Invierno caliente que devolvió a la infantería y los blindados a Gaza y que en los cuatro días siguientes mató a 127 palestinos, de los que una mitad eran civiles, incluyendo mujeres, niños y un par de bebés. Israel perdió dos soldados en la operación, concluida el miércoles en su fase aguda, bajo presión americana porque llegaba Condoleezza.

En esas se estaba el jueves cuando se anunció la muerte de un soldado israelí y otros cinco militantes palestinos y, apenas registrada la noticia, el audaz atentado en una yeshivá en Jerusalén con ocho estudiantes muertos.

¿Es todavía posible relanzar la negociación política? Las partes oficialmente concernidas por el proceso cumplieron ritualmente con su obligación: Mahmud Abbas condenó este atentado, como todos los atentados contra civiles y la ministra israelí de Exteriores y jefa-negociadora, Tzipi Livni, dijo que la negociación seguirá adelante.

No se sabe muy bien para qué, porque nada se ha adelantado, los problemas clave están fuera de la mesa, por exigencia israelí y no ha entrado en acción un hombre del que oiremos hablar en las próximas semanas: el general norteamericano William Fraser, encargado de ejercer entre las partes como una especie de árbitro para juzgar qué tal va el cumplimiento de las obligaciones de cada parte según lo previsto en la Hoja de Ruta, milagrosamente en vigor.