El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el del PP, Mariano Rajoy, han vuelto a intercambiar reproches apurando la precampaña. ATLAS
ÚLTIMO FIN DE SEMANA DE PRECAMPAÑA

Zapatero se presenta como un «patriota de verdad» mientras Rajoy le ve como un «fracasado»

El jefe del Ejecutivo reprocha el silencio del PP tras la última operación contra ETA mientras que el líder de la oposición le acusa de gobernar en la "inopia"

MADRID Actualizado: Guardar
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La jornada de precampaña de hoy ha sido la de las frases grandilocuentes y, de nuevo, la de los reproches. En un acto en Santander, el presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero, ha criticado el silencio del PP tras la última operación policial contra ETA. Tras presentarse como un "patriota de verdad", ha denunciado que "la patria de la derecha es el poder y su sentimiento, la revancha". En Logroño, Mariano Rajoy ha destilado optimismo porque "soplan aires de cambio y ya hay muchas ventanas abiertas a la esperanza". El jefe de la oposición ha vuelto a situar a Zapatero "en la inopia" y ha comparado sus propuestas con las "ocurrencias" del Gobierno.

Ante un abarrotado Palacio de Exposiciones de Santander, Zapatero ha echado en cara al PP, "después de haberse pasado cuatro años criticando la política antiterrorista del PSOE y diciendo que fortalecía a ETA", que no haya dicho nada tras las detenciones de los últimos integrantes del comando que atentó contra la T-4 y haya optado por "guardar silencio".

'La diversidad que combate el PP'

El también secretario general de los socialistas y candidato a la reelección ha atribuído esta actitud de los populares a que "la patria de la derecha en este país es el poder, y su sentimiento la revancha". Frente a ello ha contrapuesto la labor de oposición que hizo el PSOE cuando gobernó Aznar: "En los cuatro años que estuve en la oposición apoyé a Aznar en todo lo que hizo en la lucha antiterrorista, porque soy un patriota de verdad y porque me importa España más que el poder".

El presidente ha vuelto a centrar su discurso en las "deficiencias" de una derecha cada vez más "clasista" y "escorada a la derecha" ante la que el PSOE tiene un claro objetivo "para hoy y para mañana": que nadie empuje a nadie hacia el enfrentamiento y las ansias de "dividir".

Interrumpido en numerosas ocasiones por las más de 5.000 personas que se han congregado en la capital cántabra. Zapatero ha insistido en que su compromiso es luchar para que "nadie empuje a los españoles contra los extranjeros, a los heterosexuales contra los homosexuales, a los castellanos contra los catalanes, al público contra los artistas o a los católicos contra los que no lo son".

Una actitud "desde la idea de la convivencia y el respeto a la diversidad" que el actual jefe del Ejecutivo ha contrapuesto a la estrategia de "crispación" desarrollada por el líder del PP.

'Menos Franco y más futuro'

Términos opuestos son los que ha empleado el presidente de los populares para definir los cuatro años de gobierno socialista y también discurso de frases hechas para llegar al electorado. La primera, optimista, para reflejar que "soplan aires de cambio y ya hay muchas ventanas abiertas a la esperanza".

Tras recordar que han sido cuatro años difíciles, Rajoy se ha comprometido a mirar al futuro: "Menos Franco, menos Memoria Histórica, menos república y más futuro", ha apuntado entre aplausos que han vuelto a interrumpir su discurso cuando ha reconocido que en este tiempo "me han cascado mucho".

Ahora, apuntaba el jefe de la oposición, lo sigue haciendo el PSOE cada vez que el PP presenta una propuesta. Y lo seguirá haciendo, vaticinaba, porque los populares no van a renunciar a presentar más compromisos. Entre ellos, una "justicia eficaz": "No quiero bermejos ni condes-pumpidos".

Rajoy ha vuelto a reprochar al jefe del Ejecutivo que gobierne en la "inopia" y en la "luna" y que haya "fracasado". "Hay que estar en la tierra, no podemos mirar al pasado". Y frente a las "ocurrencias" e "improvisaciones" del PSOE, el PP ha dicho que ofrece el "programa de los currantes".

Todo un discurso plagado de comparaciones, también en política exterior: "A mi me apoyan Merkel y Sarkozy y a él -en referencia a Zapatero- Chávez y Fidel Castro".