MANDANDO. Bangoura da una señal a un compañero en un momento del partido de ayer.
EL SEGUIMIENTO

En el once, en su sitio

Bangoura se estrenó como titular con un gol lleno de oportunismo y dio buena muestra de sus virtudes

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Estuvo en el once. Estuvo en su sitio. Y en el once está su sitio. Sambegou Bangoura se estrenó ayer como titular y logró el único gol cadista, un tanto lleno de oportunismo que refleja su condición de hombre de área y goleador.

Sammy comienza con buen pie, aunque sus zancos se encuentran más preparados para saltar que para hacer florituras. El guineano ya ha marcado, y hasta en eso se parece a los gafados delanteros cadistas, que tanto ilusionan al principio y luego se estancan sin motivos.

Calderón le abre las puertas a su llegada y no quiere desaprovechar la amabilidad del anfitrión. Salta tanto que ya ha superado a Casas y Dani, quienes pagaron su falta de gol con un revés en forma de banquillazo.

Bangoura estuvo 75 minutos sobre el campo, en los que apenas intervino por obra y gracia de sus compañeros, que se encargaron de mandarle sandías que contínuamente sobrevolaban su cabeza. Pese a todo, demuestra su fortaleza en el juego aéreo y un sentido de la anticipación que le permite practicar un juego de espaldas sencillo y eficaz.

Amigo de Natalio

El juego del Cádiz, demasiado previsible, consistía casi en su totalidad en centros y balones largos que debían caer al suelo tras la mediación del africano. Varios esféricos murieron en tierra gracias a su potente salto, si bien estuvo controlado por Catalá, seguro durante toda la tarde. Poco a poco se fue angustiando al ver el poco éxito de su juego, y sólo veía la luz de la esperanza cuando el pequeño Natalio agarraba la bola y le echaba un vistazo. Por lo menos podría tocarla con los pies, sentir cómo es el cuero.

Con el levantino llevó a cabo las mejores acciones. Incluso se atrevió con pases entre líneas, cayendo a banda y abriendo espacios para que su compañero penetrara entre los centrales. De simbiosis entre esta extraña pareja nació el único gol cadista. El menudo delantero penetró entre la defensa salmantina y, viendo al guineano libre de marca, le cedió una pelota que Sammy no quiso desaprovechar.

Media voltereta en el suelo y dosis extra de alegría para un delantero que sufre el lógico proceso de adaptación y que ayer sintió el cariño de sus compañeros tras el tanto conseguido.

Es de esos que marca cualquiera pero no cualquiera está ahí, en el sitio justo, ese lugar que aparece vacío cuando otros delanteros se empeñan en caer a las bandas y se olvidan de su principal misión.

En la segunda parte, su figura prácticamente desapareció. El Cádiz se limitó a defender y Bangoura apenas pudo ver el esférico de cerca. En el único contragolpe de los amarillos pudo dar la puntilla, pero por centímetros no llegó al balón. Extenuado, fue sustituido por Casas con 0-1. El equipo gaditano todavía ganaba. Y es que para él, en el día de ayer consiguió su primera victoria.