A vueltas con la Diputación

sta semana se ha conocido una sentencia por la que se obliga a la Diputación Provincial a readmitir a un chófer que tuvo que dejar su empleo porque hubo algún lumbrera que dijo que su contrato y el de otros cuatro compañeros procedentes del INEM -el SAE nadie sabe lo que es- se había acabado. Este lumbrera olvidó comentar que las plazas vacantes se cubrirían rápidamente por otros cinco trabajadores, que no procedían de la bolsa de empleo, sino del árbol genealógico y el círculo de amistades de algún que otro político y sindicalista de la institución. Estos puestos son muy cotizados porque como media un chófer de Diputación puede ganar unos 3.000 euros. En fin. Uno de estos despedidos acudió al bufete de Ramón Dávila y ahora la justicia le ha dado la razón y deberá ser readmitido en la institución, donde, por cierto, me dijeron el otro día que había plazas vacantes. No las veo en la web, pero será que no sé yo buscar bien. Esto de las nuevas tecnologías no se me da. Por cierto, veo que en la listas de la bolsa de empleo que salieron en diciembre, a raíz de los exámenes realizados para ocupar plazas de auxiliares administrativos, que hay un par de nombres en los primeros puestos que no estaban antes. No sé, será también que necesito gafas. Seguiremos confiando en la ¿igualdad de oportunidades? que debe existir en cualquier administración pública.