CRÍTICA DE TV

Carnaval

N o me han dejado elección. Con el horario estrella ocupado todos los días por los carnavales de Cádiz, esta crítica no puede ser hoy de otro asunto que no sea esta celebración invernal que cada año reúne en la Tacita de Plata a lo más selecto de las chirigotas, coros, comparsas y cuartetos. La noche y parte de la madrugada son ocupadas por las originales y simpáticas coplas de las agrupaciones no sólo de la capital gaditana, sino de otros puntos de Andalucía. Canal Sur se vuelca con los carnavales, hasta el punto de que, a la hora de escribir este texto (ocho de la tarde), observo con sorpresa que el primer canal autonómico está ofreciendo más intervenciones de esos grupos musicales que amenizan los días que van de la Navidad a la Semana Santa. La cadena andaluza no repara en medios. Al presentador suele acompañarle un personaje conocido (uno de los días, el invitado fue el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo), y no faltan las entrevistas a pie de camerino y entre bambalinas. Un auténtico despliegue.

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Para mí los carnavales son como las lentejas. Si me las ponen, me las como, pero no las pido. Reconozco el ingenio y el gracejo de las letras de las canciones. Detrás de ellas hay muchas horas de dedicación hasta redondear esas satíricas, románticas o críticas composiciones. Igualmente, requieren mucho trabajo los disfraces. Pero las canciones me gustarían más si me enterara de la letra. Familiares y amigos consultados me dicen lo mismo, porque creía que era cosa de la edad. Sin embargo, resulta que no, que con tantas personas cantando a la vez, por muy compenetrados que estén, siempre alguno de los intérpretes se anticipa o se retrasa y distorsiona el mensaje. Resultado, que se pierde el hilo de las estrofas. Y como le preguntes al de al lado, mientras te lo cuenta tampoco oyes lo que recitan en ese momento.

Me encantan la originalidad y la fina ironía de las coplas carnavaleras, pero detesto las letras de mal gusto, con toscas alusiones a los órganos sexuales. ¿Tan difícil es mantener el tipo con esas acertadas y sutiles críticas a políticos o dirigentes deportivos? Parece que no, porque cada vez abundan más las expresiones de mal gusto en las letras carnavaleras. Menos mal que la mayoría de las barbaridades que se oyen se producen pasada la medianoche...