BAJO CERO. Las figuras se mantenían a -12 grados dentro del tráiler.
Sociedad

Belén a pedales

Un nacimiento de hielo sirvió ayer para concienciar sobre el cambio climático

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Uno de los personajes más carismáticos de la historia del cine, Eduardo Manostijeras, esculpía una enorme figura de hielo además de para expresar su creatividad en un mundo donde lo grotesco se oponía a lo puro, para dar alguna lección de humanidad y civismo a los que le rodeaban, precisamente en vísperas de la Navidad. Sus manos son mucho más sensibles al frío y han trabajado a nueve grados bajo cero, pero los escultores catalanes Mario Torres, Carles Molins y David Miras -de la empresa Nice Project-, han creado un imponente Belén de Hielo, con un objetivo más concreto y de actualidad, pero no menos trascendente: concienciar a los ciudadanos sobre el cambio climático.

Una de las consecuencias de ello es la desaparición de polos y glaciares. «O cambiamos y ahorramos energía o cambia el clima», subrayó la consejera de Medio Ambiente, Gema Araujo, que acudió a inaugurar la construcción y presentar la campaña Ecohéroes por el clima. Para tal fin y bajo el lema Por unas navidades frías, actúa contra el cambio climático, se habilitó ayer en el párking exterior de El Corte Inglés un puntero sistema compuesto por varias bicicletas estáticas y cintas en movimiento cuya activación, únicamente impulsada por la fuerza humana de todos los que quisieron aportar su granito de arena -a pesar de la lluviosa tarde-, evitaba que se derritiera el nacimiento ubicado en el interior de un tráiler (símbolo del calentamiento global), a través de «energías limpias» como el pedaleo o la carrera.

El mensaje: caminar más y utilizar la bicicleta, no el coche.

Paralelamente, un enorme sensor en forma de termómetro indicaba la temperatura interior. Pequeños y grandes se acercaron a curiosear el invento, ambientado con dos pantallas y un potente equipo de sonido: los más valientes, que no fueron pocos, se atrevieron a entrar a observar a la gélida Virgen, San José, el Niño, la mula y el buey, que pesaban alrededor de media tonelada cada uno y se mantenían a menos 12 grados. «Hemos tardado unos ocho días en terminarlos», asegura el artista Mario Torres: «las figuras están soldadas mediante un proceso que convierte al agua en elemento sólido». Mario, además, es fiel defensor de las energías renovables y recalca que «la verdadera responsabilidad de este problema está en los gobiernos». Además, añadió, «no creo que en este caso un centro comercial sea la ubicación correcta para la actividad».

El grupo de artistas y técnicos que han colaborado con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, hicieron su segunda parada en Cádiz, durante un viaje por Andalucía que culminará el día 23 de diciembre en Sevilla; allí, se derretirá definitivamente el Belén.