CAROS. La leche y sus derivados han experimentado alzas que afectan al presupuesto familiar. / J. ZORRILLA
Economia

Advierten de que la cesta de la compra se encarecerá en 1.200 euros al año

Los expertos auguran un incremento mayor a nivel mundial del precio de los alimentos El alza de las materias primas agrícolas se deja sentir en el azúcar, huevos, aceite y carne

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Desde hace unos meses, los alimentos no paran de subir. El precio del pan, la pasta, las galletas, la leche y sus derivados, los huevos, el azúcar, la carne, el aceite de girasol y otra serie de productos han experimentado alzas que están desestabilizando el presupuesto de las familias en alimentación, según denuncian las organizaciones de consumidores. En concreto, la CECU estima que la cesta de la compra podría incrementarse en 1.200 euros al año.

¿Estamos ante una situación coyuntural o se prepara un cambio de ciclo a nivel mundial tras el cual tendremos que acostumbrarnos a pagar más por los mismos alimentos? Los expertos apuestan por esta última opción. Recientes informes publicados, como los de Banco Urquijo o Deutsche Bank, este último ceñido al panorama español, avalan también estas tesis. Asimismo, las perspectivas que manejan organismos como Naciones Unidas, la OCDE y la FAO prevén crecimientos elevados de la demanda de alimentos por el constante crecimiento de la población mundial.

Razones

Las razones de estas subidas son varias. El principal es el crecimiento económico que en los últimos años experimentan China y la India. Estos dos gigantes, con una población conjunta superior a los 2.450 millones, se han convertido, no sólo en grandes demandantes de energía, y por ello el barril de crudo está en máximos históricos, sino de alimentos y materias primas.

Esta demanda de alimentos, especialmente leche y cereales, ha superado con creces la oferta existente y ha tirado con fuerza de los precios. En el caso de los cereales, una menor producción mundial debido a malas cosechas en Ucrania, Canadá, Australia, algunos países de la UE y del norte de África. Además, según el Consejo Internacional de Cereales, la producción mundial de trigo ha sido inferior al consumo en seis de los últimos siete años.

Otro factor de incertidumbre se ha generado tras el anuncio de que EE. UU. va a destinar este año 81 millones de toneladas de maíz para la producción de bioetanol, lo que representa más del 25% de su cosecha. «Tanto en Europa como en Estados Unidos, la demanda cada vez mayor de biocombustibles está provocando cambios sustanciales en los mercados agrícolas que seguirán empujando al alza los precios agrícolas a nivel mundial», asegura el Banco Urquijo.

El futuro de los biocombustibles ha provocado fuertes movimientos especulativos y muchos han visto aquí un suculento negocio. El millonario inversor norteamericano Warren Buffet o el magnate mexicano de la comunicación, Carlos Slim, ya están llevado a cabo inversiones en esta materia.

La crisis de las hipotecas 'subprime' ha provocado, asimismo, que muchos fondos de inversión hayan trasladado sus intereses hacia las 'commodities', materias primas que se negocian en mercados mundiales, como metales, petróleo o alimentos, entre ellos los cereales. Algunos de estos fondos han llegado a comprar barcos cargados de cereal y los han retenido en puertos para forzar el precio al alza.

Una alza tan fuerte en la materia prima termina afectando a toda la cadena alimentaria. Según datos de la Lonja de Cereales de Barcelona, entre el periodo septiembre 2006-2007 el precio del trigo blando ha subido un 85%, el del maíz un 61% y el de la cebada otro 61%. Sin embargo, a partir de este momento comienza a bajar, por lo que parece que su cotización ha tocado techo. Los expertos creen que los precios nunca estarán en los niveles de hace un año.

Ganadería

La ganadería es el sector que más ha sufrido con la crisis de los cereales, ya que la base de su alimentación es el pienso. En el último año, el coste de producción del porcino se ha incrementando en España un 30%. Esta cifra, trasladada a todo el sector, ha supuesto un sobrecoste de 600 millones de euros, según la interprofesional Anprogapor. En el caso del vacuno de carne, el aumento, estimado por Asoprovac, estaría en torno a los 270 o 280 millones. En otros sectores productores como los de pollo, cunícola y de huevos, las asociaciones APPE, Conacun y Aseprhu cifran esos sobrecostes en 275, 42 y 68 millones de euros, respectivamente.

En ovino estaríamos hablando, según datos del Ministerio de Agricultura, de incrementos hasta junio del 28% en corderos de cría y del 24,6% en los de recría. A este problema se le unes dos más: una crisis de precios bajos que se prolonga ya desde hace más de diez años, agravada por un menor consumo, al igual que ocurre con la carne de conejo, y la enfermedad de la 'lengua azul'. Con todo, la subida del precio en porcino y vacuno todavía no ha llegado al consumidor final.

Las interprofesionales y las organizaciones agrarias aseguran que la situación es insostenible y que, de seguir así, muchos productores desaparecerán.