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La mafia, primera empresa italiana

Un informe de la patronal denuncia que las cuatro organizaciones del sur del país facturan el 7% del PIB

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No es nada nuevo, pero conviene recordarlo: la Mafia o, mejor dicho, las cuatro mafias italianas son la primera empresa del país por volumen de negocio, 90.000 millones de euros, el 7% del PIB. Sólo con el comercio, sin contar actividades más lucrativas como el tráfico de droga y armas. Esta vez refresca la memoria un informe de la patronal de la pequeña y media empresa, Confesercenti, que cada año hace uno, a ver si sirve para algo.

Sus 86 páginas son un llanto sin fin, inverosímil para un país de la UE. La economía básica de la Mafia es el pizzo, el impuesto mafioso. Sirve para los gastos ordinarios y para mantener a las familias con parientes encarcelados. Por eso sube cada vez que hay redadas. Unos 160.000 empresarios lo padecen como un gasto más, casi todo el sur, endémico agujero negro de la economía italiana. Seis décadas de gobiernos caóticos e inversiones millonarias volatilizadas no lo han solucionado y la questione del Mezzogiorno es retórica fija en cada campaña electoral. Precisamente ayer se conoció otro informe desolador encargado por el Gobierno italiano a expertos de la London School of Economics y una auditoría. Estudia el efecto de los 51.000 millones invertidos en desarrollo en el Sur de 2000 a 2006. El resultado es, efectivamente, cero. «Vienen de todo el mundo a estudiar este retraso que dura 150 años, un caso único», admite uno de los autores, Francesco Grillo, de Vision & Value.

La Mafia es la explicación. Volviendo al informe, explica que los clanes se financian «con extorsión, préstamos, robos, contrabando, imposición de mercancías y control de los concursos públicos». De la agricultura al turismo, de los supermercados a la construcción. Los comerciantes sufren 1.300 delitos al día, o sea, 50 a la hora. El 'pizzo' es lo visible, pero las mafias envenenan el mercado. Por poner un ejemplo, en Nápoles la Camorra domina el comercio de leche, pan y café. En la región hay unos 2.500 hornos panaderos ilegales. Lo mismo ocurre en la agricultura: del campo al mercado las mafias tutelan todo el proceso y marcan los precios. Otro aspecto que siempre impresiona es el de la usura: muchísima gente acude a la Mafia en vez de a los bancos si necesita un préstamo, algo que lo dice todo de cómo es la banca italiana. Son 150.000 los comerciantes con familias pobres y pequeñas empresas que se endeudan, con intereses del 10%. Otro aspecto exótico es el del ocultismo: en un país tan supersticioso hay unos 22.000 magos que mueven 5.000 millones.