ESTABLECIMIENTO. El hostelero gaditano posa en las nuevas instalaciones del Hotel Cádiz Plaza. / N. R.
COSTA DE LA LUZ HABITACIÓN CERO turismo@lavozdigital.es SEBASTIÁN MARTÍNEZ PROPIETARIO DEL HOTEL CÁDIZ PLAZA

«Las administraciones deben cuidar los proyectos nacidos en la provincia»

El Hotel Cádiz Plaza es una prueba de que el sector se transforma y a diez días de su inauguración, el dueño narra cómo tres generaciones han logrado este avance

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Sebastián Martínez Garrido representa a una clase de hosteleros que ha dedicado su vida a levantar un pequeño negocio familiar hasta situarlo en el mismo escalón donde descansan los grandes del turismo. Detrás de este hombre hay toda una familia de trabajadores: su mujer, María del Carmen, y sus cuatro hijos Carolina, Isidoro, Noelia y Sebastián. Entre todos han levantado el flamante Cádiz Plaza, un establecimiento que abre con tres estrellas pero en el que todo apunta a las cuatro, por la calidad y la calidez que transmite este edificio. El Ayuntamiento de Cádiz reconoció recientemente la apuesta que ha mantenido Sebastián, durante medio siglo de lucha, con el Premio Cádiz de Promoción Turística 2007.

-¿Cómo fueron los inicios de su profesión?

-Comencé en Jerez con 17 años, en el Hotel Comercio, que gestionaba mi padre frente al mercado de abastos. Más tarde me ofreció la posibilidad de regentar un restaurante muy cerca de la Plaza del Arenal, el restaurante Rocío, a cambio de pagarle un alquiler. En ese momento pensé que no podía perder nada, porque no tenía nada, y me fue muy bien. Más tarde vinimos aquí al Hostal Imar -que se llamaba así por mi padre, Isidora Martínez-. Ya vine casado, y aquí he desarrollado casi toda mi vida profesional.

-¿Cuál ha sido el cambio más importante que se ha producido en el turismo de la provincia durante este medio siglo?

-El cambio del turista que venía durante largas temporadas a Cádiz, a pasar uno o dos meses de vacaciones, a este otro que tenemos ahora que viene por unos cuantos días. Lo que más ha cambiado es el tipo de cliente. Hace unos años se hacían las reservas por carta. Recuerdo que una familia holandesa nos enviaba una foto de ellos para que viésemos quiénes eran.

-¿Qué opina de la aparición de las grandes multinacionales en la escena turística en contraposición al negocio familiar?

-Creo que se les ayuda mucho más que a los empresarios gaditanos. Nosotros no hemos tenido subvenciones de ningún tipo para levantar este hotel. Y me parece bien que se ayude a las multinacionales porque hay que atraer grandes inversiones, y porque generan empleo, pero me gustaría que las administraciones cuidaran más al pequeño empresario, porque nosotros no venimos a explotar los recursos humanos de esta tierra y a irnos a otro lado, sino que invertimos esfuerzo y dinero para que se quede en Cádiz. Ahora tenemos muy reciente lo de Delphi y tiene guasa que echen a la calle a tanta gente. Eso no lo hace un empresario local.

-Después de una vida dedicada a este negocio, ¿volvería a ser hostelero?

-Ésta ha sido mi vida y me encanta. Si no fuera así habría vendido los terrenos y me hubiera hecho rico, como otros muchos lo hicieron. Pero preferí hacer un hotel y decirle a Cádiz que éste es su negocio, el turismo. Cuando inauguremos el Cádiz Plaza, en unos diez días, será la culminación de mi carrera. Me gustaría que quedaran claras tres cosas: que todo Cádiz está invitado, que no hubiera podido hacerlo sin mi mujer -que es la base de todo esto- y que le debo todo al apoyo financiero a Bancaja. Sin Cádiz, sin ella y sin el banco no hubiera podido hacer nada. Y sin mis hijos, que espero que encumbren este hotel a lo más alto.

mmorales@lavozdigital.es