Militares y otros colaboradores prestaban sus nombres para abrir cuentas bancarias
La detención de todos y cada uno de los integrantes de la familia Pinochet dejó en segundo plano las órdenes de arresto y procesamiento que cayeron sobre otros 17 miembros del círculo íntimo del fallecido ex dictador chileno. Entre ellos se encuentran civiles, militares retirados y dos coroneles que aún están en el servicio activo.
Actualizado: GuardarLa secretaria privada de Pinochet, Mónica Ananías, fue una de las encausadas. También su albacea, Oscar Aitken, que al cierre de esta edición no se había presentado ante las autoridades. Ambos fueron los primeros en pagar con prisión cuando comenzó la causa Riggs, el banco en el que se hallaron las primeras cuentas. Luego quedaron en libertad bajo fianza, y ahora vuelven a ser convocados.
Asimismo, el juez ordenó el arresto de uno de los más emblemáticos abogados de Pinochet, Ambrosio Rodríguez, que fue prácticamente su portavoz desde que fue detenido en Londres en 1990. El ex general Guillermo Garín, amigo de Augusto Pinochet y de su familia, y el ex general Jorge Ballerino, que fue jefe de la Casa Militar de donde salían los fondos para presuntos gastos reservados, también están tras las rejas. Ballerino y Garín están acusados de permitir que se depositase en sus cuentas en el extranjero dinero público que enviaban a hijos del dictador.
El Ejército reaccionó con determinación para permitir la detención también de dos coroneles en activo, Mortimer Jofré y Juan Mc Lean, y para distribuir a todos los encausados en distintas prisiones militares.
El resto de los detenidos, que también podrían salir hoy en libertad, son diplomáticos, colaboradores y cargos militares retirados que, en la mayoría de los casos, «colaboraron» para asegurar el futuro de los Pinochet y los suyos. Lo que hacían era prestar sus nombres para abrir cuentas bancarias que eran utilizadas para desviar fondos del Estado hacia empresas de familiares o de amigos del general.
