Más de una docena de semáforos regularán la rotonda de acceso al puente

La rotonda de El Corte Inglés quedó abierta al tráfico el miércoles por la tarde casi un año después del incio de las obras. Minutos antes, las autoridades realizaron un recorrido a pie por la glorieta. Su ubicación la sitúa como la puerta principal de entrada y salida al puente de Cádiz y de su funcionamiento depende en cierto modo el éxito del nuevo acceso de la Bahía. Esta glorieta, junto con el nudo del Río San Pedro, configuran los dos extremos del puente y son, al mismo tiempo, los canales de distribución del tráfico.

El Ministerio de Fomento ha explicado que la reordenación de la rotonda ha obligado a mover y reponer algunos servicios básicos de luz y alcantarillado. Los trabajos se han completado además con la ejecución de bordillos, la mejora de la iluminación y la instalación de un sistema de recogida de aguas pluviales.

La rotonda se abrió ayer por la tarde de manera provisional y regulada exclsivamente por señales viales y verticales. Esta ordenación estará vigente hasta la inauguración del nuevo puente. A partir de entonces, los flujos de tráfico estarán organizados por unos quince semáforos. La ubicación de los mismos se ha fijado de manera estratégica para permitir fluidez en todos los movimientos que entraña la glorieta y favorecer tanto el desembarco del puente como la salida de la ciudad. Así, se han colocado de manera escalonada tres juegos en cada sentido entre la avenida de las Cortes y el puente, mientras que el resto se distribuyen entre las avenidas de Huelva y la Bahía.

Con la glorieta en servicio se seguirá trabajando fuera de la calzada en la construcción de la glorieta satélite de acceso al carril bus, «que provisionalmente aprovechará el espacio de la plataforma tranviaria en el tablero del puente», en los trabajos de terminación del propio estribo del puente y en el resto de tareas de remate de la obra.

En una fase posterior, previa a la apertura del segundo puente, se completará el firme con una capa final de rodadura y, se ejecutará el resto de instalaciones y equipamientos de la intersección.

Está previsto que la velocidad límite de paso por el nuevo puente sea de 50 kilómetros por hora debido, entre otras cosas, a la pendiente del 5% que lleva el tablero en su conexión con el casco urbano. Este periódico ha podido saber que la velocidad de circulación será de 100 kilómetros por hora en el viaducto que discurre entre el Río San Pedro y el polígono industrial de La Cabezuela, aunque se tendrá que reducir a 80 antes de la pila 13 con el objetivo de limitar a 50 kilómetros por hora la circulación por el tramo central del puente

Cabe recordar que los primeros estudios que se hicieron sobre la intensidad media de circulación que soportará el nuevo acceso durante su primer año de vida apuntaban a unos 30.000 coches al día. Se trata de una cifra inferior a la que registra en estos momentos el puente Carranza que, en los meses de mayor intensidad, julio y agosto, ha llegado a contar con un paso de 50.000 vehículos diarios.