Receta saludable

Sopa de cebolla, la receta definitiva del plato invernal perfecto

Este plato apetece en cualquier momento pero con las bajas temperaturas se convierte en la opción perfecta para tener una sopa fácil y rápida de hacer

Sopa de cebolla, la receta definitiva del plato invernal perfecto. Catalina Prieto
Catalina Prieto

Catalina Prieto

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Nuestra buena relación con la comida nace de una mayor consciencia en relación a los alimentos que ingerimos y lo que nos aportan, así como también de un mayor disfrute. En esa compleja interrelación entre comportamientos, actitudes y pensamientos que giran en relación al comer, las normas estrictas y las restricciones no son bienvenidas.

Ingredientes para dos comensales

  • Aceite de oliva virgen extra 4 cucharadas
  • Cebolals medianas 3
  • Ajo picado 2 dientes
  • Tomillo limonero Unas ramas
  • Caldo vegetal Un litro
  • Laurel 1 hoja
  • Sal marina Media cucharadita
  • Pimienta fresca molida Al gusto
  • Pan de masa madre integral 2 rodajas
  • Queso Gruyère o queso vegano fundente

Los platos que nos hacen sentir bien física y mentalmente, aquellos que nos reconfortan y que incluso nos trasladan a momentos y experiencias gastronómicas previas que nos resultaron satisfactorias pueden ayudarnos a reconciliarnos con el buen comer .

Cuando nos gusta cocinar, nos gusta también aventurarnos y experimentar con distintas recetas , hacer nuestros algunos clásicos que, en nuestras cocinas adquieren matices propios.

La elaboración de caldos es de las cosas más satisfactorias que uno puede hacer en la cocina, y el ingrediente principal no es otro que el tiempo. Existen por supuesto algunos tips que nos ayudarán a transformar unas aparentemente insignificantes sobras, en una preparación irrepetible. Y ¿cómo lo hacemos?

Caldo vegetal

Conservaremos en el congelador las sobras de vegetales que no usemos para cocinar como cáscaras exteriores de cebolla, parte verde del puerro, piel y ramas de zanahoria, hojas de apio, piel del tomate, tallos de champiñones, etc. En el momento de elaborar el caldo los colocaremos con un chorro de aceite de oliva a una bandeja y dejaremos que se doren para que se concentre el sabor. Trasladamos a una olla a la que añadimos agua y cocemos a fuego lento durante un par de horas sin sal. Colar y aderezar al gusto, podemos incorporar unas gotas de salsa de soja para ello.

Caldo de huesos

El mejor es el que elaboramos con los restos de un asado, ya sea de pollo o carne al que sumaremos un par de cucharadas de vinagre de manzana y aromáticas como tomillo limonero, laurel o romero y podemos incorporar si queremos apio, zanahoria, tomate o lo que más nos guste. Para obtener el máximo de sabor concentrado y un buen aporte de colágeno, llevamos la cocción hasta las 12 horas, colando y salpimentando al final.

Los caldos requieren paciencia, pero si de verdad quieres experimentar en la cocina y disfrutar con tu plato, elaborar tus propios caldos será algo realmente bueno para tu paladar.

Preparación

Paso 1

En una olla poner el aceite de oliva virgen extra a fuego medio-bajo. Añadir las cebollas cortadas en juliana muy fina o en medias rodajas finas. No añadimos azúcar como en la receta original, ni tampoco vino, ya que podemos obtener un sabor bien intenso con un buen caldo y caramelizando naturalmente las cebollas. Saltear hasta que las cebollas estén muy tiernas y caramelizadas, unos 30-35 minutos serán suficientes. Remover a menudo para evitar que se quemen.

Paso 2

Añadir ahora el ajo y las ramas de tomillo limonero (podemos si lo deseamos poner solo las hojas). Saltear durante 1 minuto más. Añadir el caldo de verduras, la hoja de laurel, la sal y la pimienta negra. Sube el fuego para que empiece a moverse y bajarlo a continuación a fuego lento durante 15 minutos más. Retirar la hoja de laurel y las de tomillo si las hemos añadido enteras. Rectificar el aderezo al gusto.

Paso 3

Preparar el queso Gruyère rallándolo grueso. Tostar una rodaja de buen pan por cada bol de sopa. Es importante que esté tostado para que mantenga en parte su textura crujiente aunque se hidrate parcialmente en el líquido.Servir la sopa en cuencos aptos para el horno. Llenar las tres cuartas partes y colocar la rebanada de pan tostado sobre cada cuenco. Cubrir cada rebanada con queso y pimienta negra molida y meter los cuencos en el horno precalentado con la función de gratinado durante 5 min vigilando que no se queme.

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