Política

Juan Espadas presenta su 'Ejecutiva' para escuchar «lo que dejamos pendiente cuando fuimos Gobierno»

El alcalde de Sevilla es desde este viernes el nuevo secretario general del PSOE cerrando así el ciclo de Susana Díaz

Juan Espadas, junto a su 'Ejecutiva' en la sede regional del PSOE en la calle San Vicente J.M. Serrano

Stella Benot

Juan Espadas ya es oficialmente el secretario general del PSOE de Andalucía con todo el poder interno . Y con una 'Ejecutiva' paralela a la que salió del último congreso regional que este viernes ha presentado en la sede regional del partido y cuya cabeza visible es Felipe Sicilia, diputado en el Congreso por Jaén y quien sonó como posible candidato alternativo a Susana Díaz.

Juan Espadas ha mantenido la primera reunión (en la sala que se denomina de la Ejecutiva para que no quede ninguna duda) y ha explicado que la anterior dirección del partido está «en suspenso ». Pero no sólo se ha limitado a una imagen sino que ha dejado varios mensajes claros.

Así, el también alcalde de Sevilla ha detallado que el trabajo que tienen por delante «es escuchar lo que dejamos pendiente cuando fuimos Gobierno y lo que no le gusta a los andaluces del Gobierno de la derecha».

Espadas ha detallado que se van a centrar en recorrer el territorio e identificar a los colectivos y asociaciones que puedan volver a trabajar con el PSOE haciendo propuestas que luego que plasmarán en el programa electoral.

El secretario general del PSOE andaluz también ha dicho que volverá a mirar «los servicios públicos que necesitan mucho impulso» porque e l objetivo fundamental es «ensanchar la base social».

Respecto a su trabajo en el Parlamento, Espadas ha asegurado que su mano tendida al Gobierno andaluz «es sincera y la prueba son las votaciones del miércoles en el Parlamento . Si no hubiera sido por nosotros, no habría salido adelante no sólo la Ley del Suelo sino dos decretos leyes de ayudas». «Uno importante para el sector aeroespacial que el socio preferente del Gobierno, Vox, no votó porque había una claúsula que favorecía la contratación de mujeres. El Gobierno andaluz se habría quedado con un palmo de narices si no hubiese sido por nosotros».

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