CORONAVIRUS CÓRDOBA

Profesores y padres de Córdoba analizan el éxito «antiCovid»: «Cumplimos los protocolos a rajatabla»

Existe entre ellos un alto índice de satisfacción y se muestran confiados en el funcionamiento de las medidas fijadas

Alumnos con mascarilla tras la vuelta al colegio en septiembre Valerio Merino

Davinia Delgado

ABC Córdoba ha consultado a la comunidad educativa , tanto a directores como a docentes, profesores de refuerzo y padres. El resultado es una visión positiva de la marcha de las clases en el curso más complicado por la irrupción del Covid. En este reportaje, abordan las claves del éxito que están teniendo los centros educativos en el combate del coronavirus.

José Antonio Maldonado, director Al-Andalus

José Antonio Maldonado Rafael Carmona

El director del CEIP Al-Andalus, José Antonio Maldonado, tiene claro que los contagios se están evitando dentro de los centros educativos porque «estamos cumpliendo los protocolos a rajatabla». Según explica el responsable de este colegio, en el que estudian 700 alumnos, « al principio de curso nadie daba un duro por una vuelta al cole segura y se está demostrando que es de lo que mejor que está funcionando».

En su centro se han detectado hasta la fecha tres positivos entre alumnos, que obligaron a confinar a 150 niños. En cuanto al cuerpo docente, han sido dos los profesores positivos. «Hemos cerrado noviembre sin ningún caso y esperamos seguir así», señala.

Entre las dificultades a la hora de adaptarse a la nueva normativa, Maldonado recuerda «las prisas al principio, sin que la Administración nos diera directrices. También, que nos resulta complejo mantener la distancia social , por eso hasta los más pequeños llevan mascarilla. Los nenes están muy concienciados. Si no fuera porque ponemos empeño alumnos, profesores y familias...», indica. Ahora, con la llegada del frío, mantener ventiladas las clases resulta más incómodo. «Seguimos dejando ventanas y puertas abiertas. Lo que hacemos es abrir y cerrar cada cierto tiempo. También mantenemos las estufas encendidas. Se pierde calor, pero, al menos, la clase se calienta algo. No podemos tener una clase cerrada con 25 niños en 25 metros cuadrados».

Francisco Javier Perea, director Cervantes

Francisco Javier Perea Rafael Carmona

Para el director del colegio concertado Maristas Cervantes, Francisco Javier Perea, el esfuerzo por conseguir que los centros educativos sean lugares seguros ha sido ingente, pero, en vista de los resultados, el índice de satisfacción es más que elevado . «De los 1.070 alumnos que tenemos, desde inicio de curso solo ha habido 15 positivos y de los 65 profesores, solo hemos registrado tres contagios», explica. El docente manifiesta que el protocolo se ha seguido y se ha ido revisando.

Entre las medidas que se llevan a cabo diariamente, «tenemos programadas las entradas y salidas de forma escalonada para evitar aglomeraciones; controlamos el uso de mascarilla, contamos con grupos burbuja (que adaptamos para Infantil y primero y segundo de Primaria), durante los recreos, los estudiantes están separados por zonas y ventilamos constantemente las aulas. Ahora, queremos aumentar mediciones de CO2 y hay sobre la mesa una propuesta de comprar filtros Hepa», explica Perea.

El director destaca la colaboración de padres y madres para suministrar termómetros, y de «toda la comunidad educativa en general». En este sentido, resalta el esfuerzo de los docentes, «que han tenido que duplicar y hasta triplicar su trabajo, vigilando las medidas en los recreos, atendiendo a los alumnos en clase y a los que están en su casa porque, aunque optamos por la presencialidad, estamos abiertos también a la semipresencialidad en función de cada caso».

Javier Nieto, profesor de refuerzo

Javier Nieto, Profesor de refuerzo Rafael Carmona

La habituación a esta nueva realidad en los centros educativos cuenta con una figura que se está revelando como imprescindible: la de los profesores de refuerzo . Javier Nieto es uno de estos docentes que están apoyando la labor educativa frente a las posibles bajas entre los profesores del Cervantes, además de ayudar a los escolares a recuperar el ritmo tras el cierre atípico del pasado curso, cuando estalló la pandemia, que obligó al confinamiento de los estudiantes y a las clases online.

«Actualmente, tengo un grupo de entre cinco y siete alumnos que necesitan asentar conocimientos en Ciencias. Se trata de una clase dinámica, ya que aquellos que recuperan el ritmo que habían perdido por el confinamiento, dejan de asistir a mis clases y se incorporan otros con dificultades», explica Nieto. Considera que los profesores hicieron lo que pudieron cuando cerraron los colegios, «pero se nota esa falta de conocimientos, ese déficit por no haber podido asistir a clase ».

Desde su punto de vista, el éxito de las medidas «antiCovid» depende, por un lado, del cumplimiento de las mismas, y por otro, de las instalaciones con que se cuenten: «En este colegio los espacios son lo suficientemente grandes para dividir grupos , para fijar distintas zonas de entradas y salidas , para los recreos... Pero seguro que en otros es más complicado respetar cuestiones tan trascendentes como la distancia», reflexiona el docente

Monserrat Serrano, AMPA Salesianos

Monserrat Serrano Rafael Carmona

«Si un niño tiene decimillas o le duele la barriga, no va al colegio y lo comunica inmediatamente. Es la dinámica que se ha seguido desde que empezó todo esto». Quien así se pronuncia es la presidenta de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del colegio Salesianos de la capital cordobesa, Montserrat Serrano. «Las cosas van bien por el control que se está haciendo en el complejo educativo por parte de profesores, de la dirección, la comisión Covid y los padres, que estamos trabajando mano a mano con el centro», señala.

El AMPA recoge las propuestas de los progenitores y, entre las medidas extra para evitar contagios destaca la compra de purificadores . «Nos reunimos con la dirección del colegio y se procedió a la adquisición de estos aparatos, cuyo coste han asumido los padres». Y es que la preocupación, aunque se ha apaciguado, sigue ahí. «Creo que esa concienciación está favoreciendo que no haya brotes. Hablas con los padres de los alumnos y te dicen que no salen, que tienen muy pocos contactos con otras personas, mantienen la distancia de seguridad; es decir, evitan las conductas de riesgo.

La gran mayoría está haciendo las cosas bastante bien. Nos hemos tenido que adaptar a esto. Si no, no hay manera de pararlo.», señala Serrano, que cruza los dedos para que después del puente de diciembre no se detecten casos en Salesianos: «Confío en la responsabilidad individual de los progenitores» , asevera.

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