TRIBUNALES

Los padres de Gabriel consideran que Ana Julia Quezada intentó desmembrar a su hijo

Solicitan que se repita el juicio para confirmar la sentencia de prisión permanente revisable y que se incluya el ensañamiento al menor

El abogado de los padres de Gabriel, Francisco Torres durante el encuentro con medios de comunicación. ABC

R. Pérez

Ángel Cruz y Patricia Ramírez, los padres de Gabriel Cruz, el niño de 8 año asesinado por Ana Julia Quezada en febrero de 2018 en Rodalquilar (Níjar), han solicitado que vuelva a repetirse el juicio. Su principal motivo es la inclusión del ensañamiento en el veredicto, ya que entiende que «todas las lesiones que presentaba en la cabeza son en vida» .

Insisten, a través de su abogado Francisco Torres que la intención de Quezada era desmembrarlo. «¿Cómo se pueden integrar todas esas lesiones, hematomas y hemorragias en el relato que dan los forenses de que la muerte fue simplemente por asfixia? No hace falta médico para evidenciar que hay un sufrimiento importante », ha explicado el letrado.

La acusación particular ejercida por los padres de Gabriel argumenta que en el informe forense que presentaron, las lesiones del niño se produjeron antes de la asfixia y critican «la falta de respeto a los profesionales médicos por parte de la fiscal». Solicitan que se confirmen en todos los extremos la sentencia que condenó a Quezada a prisión permanente revisable como autora de un delito como asesinato con alevosía.

Francisco Torres ha revelado que ha sido Patricia quién ha apostado por pedir la nulidad y la repetición del juicio ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para que «se haga justicia». « No se puede dejar sin castigo que existan tantos hematomas y hemorragias en el cuerpo de un niño y que los forenses se limiten a decir que le tapó la nariz y la boca», ha dicho el abogado.

Asimismo, el abogado de los padres de Gabriel considera que la magistrada, Alejandra Dodero, sí influyó en el objeto del veredicto del jurado popular. «Fue tal la subida de listón que era imposible que el jurado entendiera que hubiera ensañamiento porque el caso concreto hablaba de cortar la lengua y un dedo y enseñárselo a la víctima . Colocó a los jurados en una tesitura de difícil salida que les hizo tirar por el sitio más fácil. Dar la credibilidad a los forenses que habían hecho la autopsia y que iban en la línea de sus indicaciones», ha trasladado Torres en un encuentro con medios de comunicación.

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