TRIBUNALES

Condenan a un preso por ingerir condones con droga para pasarla a la prisión

Cuando fue detectado por los funcionarios de la cárcel de El Acebuche portaba en su estómago 164 comprimidos de ansiolíticos y hachís

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Un recluso de la prisión almeriense de El Acebuche, que cumple una pena de privación de libertad por un delito de tráfico de sustancias estupefacientes, ha sido condenado a cuatro años, seis meses y un día más de prisión como autor de un delito de contra la salud pública con la agravante de reincidencia. Pese a quedarle dos meses para salir en libertad, el procesado rellenó preservativos con comprimidos de ansiolíticos y hachís y después se los tragó con la intención de introducirlos en la cárcel.

Los hechos se remontan al 28 de marzo de 2012, cuando J. G. A., de 40 años, regresaba de disfrutar de un permiso carcelario. Al llegar a la altura de los funcionarios de prisiones estos detectaron que estaba muy nervioso, por lo que sospecharon que pudiera estar ocultando droga.

En su estómago transportaba varios condones con 149 pastillas de Alprazolam (Trankimazin), ocho de clorazepato dipotásico (Tranxilium) y siete de metadona, además de 26,63 gramos de hachís.

Parte de la carga la expulsó en la enfermería de la cárcel, donde estuvo ingresado durante 48 horas, pero tuvo que ser evacuado con carácter de urgencia al Hospital de Torrecárdenas, donde le extrajeron el resto. Según el fallo, J. G. A. tenía la intención de destinar estas sustancias, con un precio en el mercado negro de algo más de 750 euros, al tráfico a terceros. Además de la pena de cárcel, el tribunal también le ha impuesto el pago de una multa de 900 euros.

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