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Las pautas que tienes que seguir para conciliar si eres empleado o jefe

Una de las «maestras» en España en conciliación da unos consejos para mejorar tu calidad de vida en el trabajo y el hogar

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Una de las «maestras» de la conciliación laboral y familiar en España, Nuria Chinchilla, desgrana por qué no está funcionando este tema trascendental en múltiples empresas nacionales. Tras constatar que España está todavía a años luz de conseguir niveles alcanzados en otros países de nuestro entorno, Chinchilla, catedrática de la Escuela de dirección de empresas IESE, da algunas claves a empleados y jefes para que remonten esas dificultades que encuentran para hacer más productivo el trabajo, al tiempo que dejan espacio para su vida personal.

Los consejos que aporta Chinchilla, una de las pocas mujeres que se cuela en el listado de mejores directivos que hay en España, son los siguientes para los asalariados de una empresa:

1-. La persona debe tener claro dónde está trabajando y el perfil del empresario para el que lo hace.

En palabras de Chinchilla, también debe conocer las ayudas que concede la Comunidad Autónoma en el ámbito de conciliación, la facilidad que tiene en una empresa determinada para acceder a una guardería cercana o si hya una propia en la misma empresa. Esto debe condicionar la elección de un trabajo, si se dispone de tal posibilidad.

Saber dónde se va a trabajar es importante, quién va a ser tu jefe y si es flexible con el tema horarios es esencial, opina Chinchilla.

Para ella, un buen modelo a imitar es Francia. El país vecino dota a sus municipios de una estructura de guarderías, además de planificar horarios «racionales» en las empresas. «Se come de 12 a 13.00 horas de la tarde, se dispone de suficientes guarderías para los niños y se sale a las 17.00 horas de trabajar», lo que permite a los franceses y francesas encargarse del cuidado de sus hijos. Además, tener un bebé está subvencionado en Francia, por lo que la media de hijos por mujer es la más alta de toda Europa: 2,1 hijos por mujer. «Tienes un hijo y recibes dinero directamente». Es un buen aliciente para desear tener descendencia, apunta la catedrática. «La ayuda que recibes te la puedes gastar en cuidar al niño o en alguien que lo cuide», apremia.

2-. El empleado debe ver factible decir que no. No es una víctima del sistema y debe pensar: «No quiero llegar a todo». Discernir: «Aquí sí, aquí no, dejo por el camino algo porque si no, me rompería».

3-.Debe priorizar los temas, los encargos, los proyectos. Y contar con el de al lado.

4-. Aunque parezca una recomendación ajena al tema, Chinchilla dice que es importante también tener en cuenta con quién te casas. «Tienes que saber si quieres y buscas un "partner" que te va a apoyar en el desarrollo de una familia. Si eres buen profesional, lo eres también en casa».

5-. Por su parte, la mujer tiene que creer -y hacer entender- que hace algo que vale la pena si no quiere abandonar su puesto de trabajo o ver reducidas sus posibilidades de ascenso y promoción laboral por decidir tener un bebé. También es muy importante que el empleado sepa y escoja dónde va a vivir para mejorar la conciliación. «Muchas veces no se sopesa y resulta determinante saber que si el niño enferma, tengo unas Urgencias a 10 minutos; o trabajo cerca de casa; o tener a los abuelos próximos... todas esas consideraciones que apremian en un momento dado», dice la experta. Y que tanto dificultan la vida o la hacen más llevadera.

6-.Aprender a delegar es determinante tanto dentro de la empresa como en el hogar. «Por decirte algo personal, en mi caso, lo único que no delego en casa es el amor por mi marido y mi hija, todo lo que está fuera de esta relación lo abandono por falta de tiempo. Pero está cubierto», reconoce.

7-. El empleado debe acondicionar su propia agenda, y nunca marginar el tiempo para la meditación, la reflexión, el ejercicio físico y la autocomprensión. Es fundamental reservar huecos en el calendario para las tareas personales. Hay que ir anotándolos para que, llegado el momento, la persona coja sus bártulos y vaya al gimnasio, practique yoga o lea un libro en el parque. Simple y llanamente, debe planificar tiempo para sí. Es esencial para tener mente y cuerpo sanos.

«Quedarse más en el trabajo ya no significa que trabajes más». La experta da por abolida ese viejo apriorismo

Sintetiza Chinchilla: «Si tú preguntas a las mujeres quién desea conciliar en sus puestos de trabajo, obtendrías que del 1 al 10, quiere conciliar un 10. Entre los jóvenes, sería entre un 8 y un 9». Quienes no están tan concienciados son hombres y personas mayores, por lo general, comenta la especialista en conciliación.

8-. Cambiar de paradigma: según la catedrática, se está cambiando de paradigma, que va del presencialismo y de querer que te vean en tu puesto de trabajo a hacer el trabajo como se debe e irse a casa. «Quedarse más en el trabajo ya no significa que trabajes más». Un apriorismo que Chinchilla da por abolido.

Los consejos para los responsables de una empresa y los jefes de departamentos dentro de los enjambres laborales son los siguientes:

«Yo solo creo en la igualdad de oportunidades dentro de las empresas. El argumento de repartir cuotas del 50% por género te rompe un negocio», dice Chinchilla

1-. El trabajo en una empresa debe partir de la búsqueda continua de la igualdad entre personas, que existe corresponsabilidad de labores dentro de la empresa (y también en el hogar); pero esto no determina que haya repartos igualitarios o equitativos por sexos, porque eso va en detrimento del mérito personal. «Yo soy partidaria de la igualdad de oportunidades. Si la hay, entonces no tiene por qué haber una tasa del 50 y el 50% por géneros», señala la catedrática. «El argumento de las cuotas te rompe el negocio». «Lo que debe buscar un empresario es gente con el talento de un tipo y de otro que necesite; es importante que en la empresa se potencie y valore el trabajo tenga quien lo tenga, al igual que sucede en las familias. Tú eres bueno planchando y yo soy buena cocinando, por ejemplo», advierte la experta. «Yo solo creo en la igualdad de oportunidades», determina tajante.

2-. La primera idea que tiene que tener un empresario es racionalizar los horarios laborales, porque esto mejora la productividad, en contra de la creencia comúnmente extendida. Más horas no significa más rentabilidad. Una persona es más productiva si trabaja su horario y tiene una vida rica, si no pasa las horas sentado porque «su empresa ha heredado un lastre del pasado, metido en reuniones infecundas, tomando cafelitos» para alargar el tiempo, porque se ha heredado un sistema «muy masculinizado» y «antiguo» en el que más horas en el trabajo y apagar la luz denotaba mayor eficacia. Como ha probado el sistema productivo alemán, un trabajador es más rentable cuando cobra por objetivos y está el tiempo justo y necesario para sacar adelante un proyecto, en palabras de la experta.

«Más horas no significa más rentabilidad, como se demuestra en países como Alemania. Una persona es más rentable si trabaja sus horas y se va a casa y tiene una vida rica»

3-. En consecuencia de la idea anterior, se tiene que abolir desde dentro de la oficina la idea de que más horas denota más compromiso con la labor de la empresa. «No es verdad y solo puede hacer que el trabajador se queme más y antes», infiere, muy contundente, esta gurú de la conciliación en nuestro país.

4-. El empresario debe imponer en su sociedad un horario no dilatado. Para ello, restringirá a una hora la comida, tiempo suficiente para tomar el almuerzo, y adelantará la hora de salida, que no debería ir más allá de las 18.00 horas.

5-. Es muy importante para el empresario saber cómo está el RSC de su empresa: esta es una afirmación severa de Chinchilla. El RSC es la responsabilidad social corporativa de la empresa. «Nosotros tenemos el índice IESE FAMILY-RESPONSIBLE EMPLOYER INDEX o ifrei, que analiza el nivel de implantación de las prácticas de flexibilidad e integración trabajo familia-vida» en la empresa: eso determina qué entorno se tiene en la empresa, si se convive en un ambiente contaminante u oxigenante. La productividad entronca directamente con esa atmósfera de trabajo.

6-.Un líder no es tal si no comprende lo que ocurre en su empresa, si no tiene la sensibilidad necesaria para tener un diagnóstico correcto del ambiente en su entidad, y si establece objetivos autómatas. «En cada empresa debería haber un análisis de cómo están hoy y cómo quieren estar» para fijar criterios razonables.

7-. Es importante que la empresa tenga y potencie valores. Dentro de la empresa hay que distinguir en qué entorno te toca trabajar, pero el directivo de la entidad es el mensaje, opina la especialista en conciliación.

Para finalizar, la queja común que tienen muchos empresarios y muchos empleados es que hay gremios en los que no es posible conciliar porque son profesiones de 24 horas al día. Y cita Chinchilla el caso de los periodistas, transportistas y otros colectivos: «Los periodistas en el resto de Europa concilian, con turnos, entran y salen a su hora, cierran antes, no permiten que haya ruedas de prensa de políticos y empresarios más allá del horario establecido». Se deben revisar estos abusos en el trabajo por parte de los colegios profesionales. La familia tiene que seguir siendo el «empeño» fundamental de las personas asalariadas, que se emplean a fondo en sus trabajos y más si cabe en sus hogares.

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