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Cristina Azcona, pediatra y especialista en Endocrinología de la Clínica de la Universidad de Navarra - CLÍNICA UNIVERSIDAD NAVARRA

«La mayoría de los adolescentes está preocupado por su peso, aunque no lo cuenten»

Cristina Azcona, especialista en Pediatría y en endocrinología detalla las causas de sobrepeso infantil y cómo saber si el exceso de peso es preocupante

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La última radiografía de la salud escolar europea muestra una generación de adolescentes españoles que fuma y bebe un poco menos, que está satisfecho con su salud pero tiene problemas de sobrepeso y sedentarismo. Los niños españoles de 11 años están en la séptima posición en las tablas de obesidad de los 42 países analizados por la Organización Mundial de la Salud. Aunque solo el 20% considera que está por encima de su peso. Con las chicas de 15 años ocurre lo contrario: casi la mitad (el 43%) cree que está demasiado gorda, pese a que solo un 20% lo está realmente.

«El sobrepeso preocupa a casi todos los adolescentes, aunque no lo cuenten, y menos cuando están presentes sus padres», explica Cristina Azcona, pediatra y especialista en Endocrinología de la Clínica de la Universidad de Navarra.

Los gestos, los comentarios... ayudan a un pediatra experimentado a saber qué es lo que les inquieta realmente. En su consulta Azcona convive a diario con este problema, demasiado complejo para que se aborde desde una perspectiva única. «Lo primero es el diagnóstico. A mí no me gusta hablar de obesidad y sobrepeso sino de exceso de grasa corporal. Hay chicas que no se sienten cómodas con su cuerpo porque el ideal de belleza es el de las muñecas Barbies: rubias y de ojos azules. Pero también hay falsos delgados, chicos y chicas con riesgo cardiovascular y exceso de grasa».

Tradicionalmente se ha utilizado el índice de masa corporal o IMC, una fórmula que permite calcular el sobrepeso con un cálculo sencillo a partir del peso y la estatura. «Hoy ésta no es la mejor herramienta. Hay otras fórmulas como la impedancia bioeléctrica que permite conocer la composición corporal a fondo». Datos como la cantidad de grasa, músculo, agua y otros indicadores son los que completan la información del IMC. «Este sistema hasta nos permite saber si está nervioso nuestro paciente», indica.

No hay una receta fácil para tratar a los niños con problemas de peso y nutricionales. Para Azcona, lo importante es contar con equipos multidisciplinares, con pediatras, endocrinos, con psicopedagogos, nutricionistas..., en la que se involucre no solo el paciente, sino los padres y a veces los abuelos. También es muy importante que los padres no hagan comparaciones con otros niños, que no obliguen a comer y que sepan decir con delicadeza las cosas. «Si un adolescente te dice que se ve gorda no es bueno, ni engañarla ni convencerla de lo contrario. Hay que decirle, "no te preocupes, tienes una estructura corporal y puede que enseñándote a ti y a tu familia a comer mejor cambiará», aconseja esta pediatra.

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