La juez declaró al acusado autor de un delito contra la intimidad y de otro de coacciones
La juez declaró al acusado autor de un delito contra la intimidad y de otro de coacciones - EFE

Condenado a un año de cárcel por instalar en el móvil de su exesposa una aplicación para espiarla

El acusado reconoció ante la juez un delito contra la intimidad y otro de coacciones, por los que además tendrá que abonar 1.440 euros de multa y cumplir 60 días de trabajos en favor de la comunidad

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Un Juzgado de lo Penal de Palma ha condenado a un hombre a un año de cárcel por haber instalado en el teléfono móvil de su exesposa, sin su consentimiento, una aplicación para poder espiar todos sus movimientos. Según adelanta este lunes «Diario de Mallorca», la juez declaró al acusado autor de un delito contra la intimidad y de otro de coacciones. El primer delito implica la citada pena de prisión y una multa de 1.440 euros, mientras que el segundo obligará al hombre a cumplir 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad. La sentencia también prohíbe al acusado acercarse a menos de 500 metros de su excompañera sentimental durante un periodo de tres años.

Los hechos que ahora han sido juzgados se remontan al mes de septiembre de 2014.

En aquellas fechas, la mujer acudió un día a la casa de su exmarido, en el municipio mallorquín de Alaró, para recoger a sus dos hijos. El hombre le preguntó entonces a su exesposa por su vida personal y en un momento dado le arrebató el bolso, en cuyo interior se encontraban las llaves de la vivienda de la mujer y también las de su coche, así como su teléfono móvil. La víctima abandonó entonces el lugar sin poder llevarse sus pertenencias.

El exmarido instaló ese mismo día en el celular de su antigua pareja, sin su conocimiento ni su consentimiento, una aplicación ideada en principio para poder recuperar el aparato en caso de robo. Dicha aplicación permite, entre otras funciones, conocer toda la actividad del teléfono móvil, poder ver las imágenes y vídeos almacenados o activar a distancia el micrófono y la cámara de fotos. El siguiente paso dado por el hombre fue darse de alta en la página web vinculada a esa aplicación, por lo que empezó a recibir en su propio correo electrónico, de manera ilícita, los citados datos.

Aquel mismo día, por la noche, la mujer regresó a la casa de su exesposo para recuperar todas sus pertenencias. Sin embargo, sólo lo logró parcialmente, pues cuando había entrado ya en su propio vehículo para marcharse del lugar, su antigua pareja le arrebató de nuevo las llaves del coche en ese preciso momento. Por ese motivo, la víctima se vio obligada a pasar la noche en casa de su madre.

La mujer presentó una denuncia por todos estos hechos ante la Guardia Civil, que detuvo poco después al sospechoso. Una vez que el caso llegó a los tribunales, el Ministerio Público solicitaba inicialmente una pena global de dos años y diez meses de prisión. Sin embargo, antes del inicio del juicio la abogada del procesado y la fiscal llegaron a un acuerdo, que supuso una rebaja en la pena y que el acusado reconociera haber cometido sendos delitos contra la intimidad y de coacciones.

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