Seguridad accidentes circulación flotasClaves que ganan seguridad a los conductores de flotas

La renovación del plan PIMA Transporte Financiación impulsará la renovación de vehículos comerciales, que representan un elevado foco de siniestralidad, entre otros por achacar una antigüedad media superior a los doce años.

Teniendo en cuenta que tras los turismos son los vehículos más numerosos en circulación, Arval persigue sensibilizar a sus usuarios sobre la necesidad de realizar una conducción segura. De ahí que recurde la necesidad de:

- Vigilar el equipamiento de seguridad, imprescindible en la compra: al adquirir un vehículo comercial, no hay que dejarse llevar por el precio de compra sin más, pues es mejor adoptar una visión largoplacista e incluir en el presupuesto un buen equipamiento de seguridad. Será una inversión rentable que minimizará riesgos.

- Mantenimientos preventivos bien planificados: el buen estado del vehículo comercial es fundamental para garantizar la seguridad en carretera. Es clave respetar las revisiones y períodos de mantenimiento preventivo periódico establecidos por el fabricante y, por supuesto, no prolongar el cambio de repuestos que tengan que ver con frenos, amortiguación o neumáticos. Esto reduce la posibilidad de fallo espontáneo.

- Tecnología como aliada para la optimización de rutas: por su actividad, el conductor de un vehículo comercial se ve obligado a pasar muchas horas en carretera. Puesto que nueve de cada diez conductores profesionales sufren un alto nivel de estrés por atascos, el uso de aplicaciones telemáticas les hará la vida más fácil al facilitar pautas de circulación por rutas despejadas, reduciendo tiempos de viaje.

En todo caso, nunca se debe superar el tiempo máximo de cuatro horas de conducción ininterrumpida, mientras que el máximo de conducción diario no puede ser mayor de 9 horas.

- Ojo a la velocidad: el 25% de los conductores de comerciales excede los límites, según datos de la DGT. En este sentido, hay que tener en cuenta que estos vehículos, al ser más grandes e inestables que un turismo, requieren firmeza al volante. Su aceleración es inferior y su distancia de frenado e inercia en curva, mayor. Es preciso respetar la velocidad (90 km/h como máximo) y la distancia de seguridad. Además, la carga debe estar bien sujeta para evitar que al desplazarse pueda variar el centro de gravedad, haciendo volcar al vehículo.