Sociedad

Llega el libro del buen castellano

Casi ochenta años después, sale a la venta una 'Nueva gramática de la lengua española'

BILBAO. Actualizado: Guardar
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Lo que aquí está «para chuparse los dedos», en Argentina es «macanudo» y en México sabe «poca madre». En el fútbol ocurre algo parecido. En Hispanoamérica al «portero» le llaman «arquero», mientras que «golpear» al balón es «patear». Pero allí usan la misma lengua que hablamos al otro lado del Atlántico: el castellano. Por raro que parezca, el segundo idioma materno más hablado del planeta se regía hasta hoy por una gramática redactada en 1931 que se limitaba a añadir un capítulo a otra normativa creada catorce años antes.

La 'Nueva gramática de la lengua española' ha llegado ya a las librerías de todo el país. Editada por Espasa-Calpe, los dos tomos (Morfología y Sintaxis) que ven la luz son el resultado de un largo trabajo de investigación conjunto entre las 22 academias creadas en otros tantos países. Desde el principio todas fueron conscientes de que había mucho que mejorar. ¿El principal escollo? Que partían casi de cero en lo que a coordinación se refiere, porque en las últimas siete décadas sólo ha habido un intento serio de regular la lingüística, un esbozo gramatical publicado en 1973.

Once años ha tardado el comité de sabios nombrado para la ocasión en elaborar una obra de números impotentes: cinco kilos de peso, 40.000 ejemplos, 3.700 obras y 307 cabeceras de periódicos y revistas utilizados como fuente para las citas... La primera tirada ha estado a la altura de los últimos 'best sellers', aunque la editorial prefiere no dar cifras. Los dos tomos ocupan ya el primer puesto de los libros de no ficción más vendidos del país.

El estuche con los libros comenzó a distribuirse también en Latinoamérica, donde se pondrá a la venta antes de enero. ¿Cómo es? El director de la Real Academia Española de la Lengua (RAE), Víctor García de la Concha, lo tiene claro: «es una obra integradora que permitirá a los hispanohablantes comprobar lo que comparten con los demás y lo que es propio de su país». En resumen, un ejercicio de unidad lingüística sin olvidarse de las peculiaridades de cada lugar. El académico Ignacio Bosque se ha encargado de su coordinación.