Obama pide «respeto mutuo» a la Policía y al movimiento negro

Barack Obama afronta uno de los momentos de mayor tensión racial de su mandato. Las últimas muertes de dos afroamericanos y cinco policías ha disparado los enfrentamientos. El presidente habló ayer en tono más grave que el día anterior, cuando había asegurado que el país está menos dividido de lo que parece. Durante su visita a Madrid, un Obama «preocupado» volvió a pasar por el trago de referirse a la Policía y al resucitado movimiento afroamericano intentando la equidistancia. En un arduo ejercicio, se situó en el centro físico de la polémica cuando reclamó «respeto mutuo» a ambas partes.

El problema para Obama es que siendo la primera autoridad del país, tiene que estar con las fuerzas de la autoridad, pero, al mismo tiempo, su simpatía racial y su convencimiento ideológico le acercan a la causa negra, que tiene hoy en el movimiento Black Lives Matter a su máxima expresión.

El presidente respetó el «derecho a plantear demandas en la calle, que ha engrandecido a Estados Unidos», y aseguro comprender la difícil situación de la comunidad afroamericana, que «no se da en otros países». Pero también lanzó una advertencia a Black Lives Matter cuando aseguró que «dan pasos atrás cuando no aceptan a la Policía».

Obama, que visitará Dallas mañana, hablaba al día siguiente al tiroteo de que las calles de muchas ciudades de Estados Unidos viviesen una noche de tensión, en especial aquellas en las que murieron Alton Sterling y Philando Castile. En Baton Rouge, Luisiana, nuevos choques entre la Policía y los manifestantes causaron heridas en cinco agentes y la detención de dos centenares de personas. En Saint Paul, Minesota, resultó detenido DeRay McKesson, uno de los más destacados activistas de Black Lives Matter.