De izquierda a derecha, Samsom, Sánchez, Renzi y Valls
De izquierda a derecha, Samsom, Sánchez, Renzi y Valls

La izquierda en Italia, al borde de la escisión

Réquiem para cuatro camisas blancas socialistas que hace dos años se proponían cambiar Europa: Renzi, Sánchez, Valls y Samsom

CORRESPONSAL EN ROMA Actualizado: Guardar
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En Italia se entona el de profundis por la izquierda y en particular por cuatro líderes socialistas, entre ellos Pedro Sánchez, que se reunieron hace poco más de dos años en Bolonia, al norte de Italia, con la ambición de cambiar Europa. Hoy no queda ninguno. Manuel Valls, con su derrota en las primarias socialistas francesas, ha sido el último líder caído. Se hicieron una foto en septiembre del 2014 en la que, además de Valls y Pedro Sánchez aparecían el holandés Diederik Samsom y el entonces primer ministro Matteo Renzi, en la fiesta nacional dell’ Unità organizada por el partido Democrático. Se les vio eufóricos, vestidos todos ellos con camisas blancas, una especie de divisa con la que pretendían mostrar el espíritu innovador y reformista de la izquierda europea.

El anfitrión Matteo Renzi sufrió una derrota estrepitosa en el referéndum sobre su reforma constitucional del 4 de diciembre. Renzi vuelve a combatir para no ser relegado al olvido, pero su camisa en solo dos meses ha adquirido un color amarillento, símbolo de las dificultades de la izquierda en Europa, y en particular en Italia.

Matteo Renzi fracasó porque no logró completar un programa de reformas ni relanzar la economía del país. Ahora está de nuevo en campaña electoral, con la promesa de una rebaja de impuestos, mientras su Partido Democrático (PD) se divide profundamente, con el riesgo de escisión, que muchos dan ya por hecha. Renzi quiere ir de inmediato a las urnas, a ser posible en abril o en junio, porque le favorece más a sus intereses particulares, sin importarle los compromisos internacionales de Italia. Tendrá que convencer antes al presidente de la República, Sergio Mattarella, para que disuelva las Cámaras.

Encarnizada lucha por el poder

Matteo Renzi cuenta además con la oposición de la izquierda del PD, que desea convocar primarias y un congreso antes de las elecciones generales. Con sus prisas, el ex primer ministro ha convertido al PD en una especie de ring donde vuelan golpes y amenazas, en una encarnizada lucha por el poder. Concretamente, el ex primer ministro, Massimo D’ Alema, visceral enemigo de Renzi, ya ha anunciado que si se convocan elecciones antes del congreso del PD formará una lista electoral de la izquierda, asegurando que obtendrá al menos un 10 por 100 de votos. Renzi en ese caso, según las encuestas, se quedaría en el 20 por 100, muy lejos del 40 por 100 que necesita un partido para obtener el premio de mayoría en el Parlamento. A pesar de todo, Matteo Renzi sigue soñando con ese mítico 40 %, pero corre el riesgo de verse sepultado por una nueva derrota electoral. El politólogo Massimo Cacciari, filósofo y exalcalde de Venecia, afirma en «La Stampa» que «ninguna izquierda, socialdemócrata o del tipo que sea, puede ganar hoy en Europa. Hay razones históricas y estructurales: Por una parte, para la izquierda la clase obrera ya no es su bloque social de referencia; por otra, la izquierda no ha comprendido la crisis fiscal del Estado. No hay espacio para la izquierda tradicional», concluye Cacciari.

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