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Desenmascarado un falso príncipe de Montenegro que engañó durante años a decenas de políticos y aristócratas

Entre las víctimas del estafador italiano, la actriz Pamela Anderson a la que nombró «Condesa de los Lirios»

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Se hacía pasar por Príncipe y embajador de Montenegro, se codeaba con aristócratas, políticos y cardenales, pasando vacaciones de lujo. La policía italiana ha denunciado a Stefan Cernetic, 57 años, natural de Trieste, ciudad del norte de Italia fronteriza con Eslovenia, y residente en Turín, acusado de fraude por mentir durante años sobre su identidad y fabricar documentos falsos. A un complejo hotelero de lujo en Apulia, en el sur de Italia, donde fue invitado a pasar unas vacaciones, se presentó en un Mercedes con banderín de la República de Montenegro y adhesivos del cuerpo diplomático.

Pero el príncipe que exhibía medallas y certificados de la “Casa Imperial Real de Montenegro y Macedonia” lejos de ser un descendiente de sangre azul de un antiguo linaje de los Balcanes era un simple estafador lleno de fantasía.

Había diseñado incluso un árbol genealógico de ensueño: Su linaje se remontaba a Julio César y para demostrar la grandeza de su estirpe junto a su bibliografía, títulos y medallas mostraba fotos con ilustres personajes, como el príncipe Alberto de Mónaco, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Parolin, empresarios, alcaldes y gente aristocrática. A su lado cabe considerar casi un aprendiz a Totó, vendedor de la Fontana di Trevi a un turista italo-americano en la película «Totòtruffa 62». Por no hablar del «pequeño Nicolás»…

Deslumbrante currículum

Entre las ingenuas víctimas deslumbradas por el falso príncipe estuvo la actriz y modelo Pamela Anderson, a la que encontró en una cena de gala en Santa Margherita Ligure (Génova). Quiso nombrarla «Condesa de los Lirios» «por su lucha en defensa de los derechos de los animales», título que le concedió en una solemne ceremonia en el 2015. La célebre rubia de la serie de televisión «Los vigilantes de la playa» («Baywatch») llegó incluso a arrodillarse en público mientras el falso príncipe Stefan apoya un sable sobre el hombro de la exvigilante de la playa.

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Al día siguiente el periódico genovés «Il Secolo XIX» planteó dudas sobre el título real de este personaje alto, que se movía con cierta clase y desparpajo, exhibiendo medallas y certificados como Alteza Imperial Príncipe de Montenegro y Macedonia. El periódico lanzó la sospecha de que podía ser un avispado usurpador de identidad, pero la duda y polémica se evaporaron pronto en el Mar de Liguria. Stefan Cernetic se alejó de Génova y continuó viajando por Italia, acompañado por S.S., de 63 años, con antecedentes penales, el propietario del Mercedes que le hacía de guardaespaldas y de chófer en todas las «visitas oficiales».

Vergüenza para los agasajadores

Les gustaba hacerse invitar en hoteles de cinco estrellas. Pero el final de sus andanzas comenzó cuando el complejo hotelero de Fasano (abulia) les presentó la factura por su lujoso alojamiento. El falso príncipe le dio instrucciones para que la enviaran a la embajada de Macedonia en Italia. La sede diplomática señaló que no existía esa Casa Imperial y dio cuenta además al ministerio italiano de Asuntos Exteriores. De inmediato se enviaron a todas las fuerzas del orden las fotos de Cervetic y su compañero, siendo finalmente descubiertos por los carabineros de Brindisi.

El descubrimiento del estafador ha creado una situación embarazosa para muchos de los que se habían tragado la trufa y le habían ofrecido agasajos y homenajes. Así, el alcalde Monopoli, ciudad de 49.000 habitantes en la provincia de Bari (Apulia), ha emitido un comunicado reconociendo su llamativo error: «Por desgracia también caímos nosotros. Pero la petición del encuentro nos llegó por canales oficiales y la visita se coordinó dentro de una serie de reuniones con el obispo y algunos empresarios. Además, la persona en cuestión fue escoltada por agentes de la comisaría de la Policía de Estado, lo que nada hacía sospechar que se tratara de un impostor. Me consuela el hecho de no haber sido el único, a la vista de que en el curriculum de este falso personaje habría alcaldes de toda Europa y personalidades del mundo del espectáculo», subraya el regidor de Monopoli. Una farsa que ni siquiera Totò la hubiera representado mejor.

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