Sartori y Gherardi en una imagen del álbum personal de la artista
Sartori y Gherardi en una imagen del álbum personal de la artista - ABC
GENTE

Giovanni Sartori e Isabella Gherardi, cuando el amor no tiene edad

ABC entra en la casa del politólogo más famoso del mundo y de su bella esposa, una pintora y fotógrafa célebre en Italia. Entre ambos median 39 años y nos dan la receta para estar juntos: ironía y una visión común de la vida

Roma Actualizado: Guardar
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Les separan 39 primaveras, pero el amor no tiene edad y su matrimonio es sólido porque su convivencia se fundamenta en «el sentido del humor, la cultura, armonía, una común visión de la vida, la despreocupación por la edad y un gato rojo, Piripichio, que nos tiene unidos». Es una buena receta amorosa la que ponen en práctica Giovanni Sartori, el más famoso politólogo italiano, uno de los más leídos y estudiados del mundo, e Isabella Gherardi, mujer bellísima, arquitecto, pintora, fotógrafa y escultora, reconocida artista dentro y fuera de Italia, que ha expuesto en la Bienal de Arte de Venecia, en Nueva York cinco veces, y sus obras están en museos y colecciones privadas, algunas en Madrid, donde participó tres veces en ARCO.

Su historia de amor nació en Florencia, la ciudad natal de ambos. Corría el año año 2008. Cinco años después se casaron en Roma, donde viven en un bello apartamento que visita ABC, en vísperas de que Giovanni Sartori, profesor en Florencia, Standford, Yale, Harvard, Columbia, en Nueva York, donde Barak Obama fue alumno suyo, reciba el enésimo galardón, tras una docena de laureas honoris causa: José María Aznar le entregará el próximo jueves en Roma el Premio Faes a la Libertad 2015, por ser «un firme defensor de la libertad y por haber señalado con agudeza y valentía los retos y problemas a los que hacen frente las democracias occidentales».

El matrimonio en su casa de roma
El matrimonio en su casa de roma - ABC

Es un apartamento lleno de obras de la artista, de libros y fotos con las grandes personalidades con que ha tratado el profesor. En una se le ve recibiendo el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en el 2005. Me enseñan la portada del último libro del profesor que será publicado en mayo en España: «Carrera hacia ningún lugar. Diez lecciones sobre nuestra sociedad en peligro». Es una obra de gran actualidad, con ideas que ya exponía hace muchos años y que han resultado proféticas: «El I slam es incompatible con nuestra cultura. Sus regímenes son teocracias que se fundan en la voluntad de Alá, mientras que en Occidente se fundan en la democracia, en la soberanía popular».

El profesor Sartori, un sabio de extraordinaria cultura, un liberal progresista con discípulos de izquierda y derecha, con ensayos que han abierto grandes debates sobre la ecología, el multiculturalismo o la superpoblación, ahora está escribiendo un libro que será azote especialmente del mundo político, criticando la estupidez y la ignorancia con un título muy significativo: «Stupidologia e ignorantume».

Isabella Gherardi nos confiesa que se ha tenido que enfrentarse a prejuicios por su historia de amor con el profesor, dada su diferencia de edad, prejuicios que caen conociéndolos de cerca. Una característica de muchos artistas y también del profesor Sartori es su despreocupación por el transcurrir del tiempo. Pasan buena parte del día trabajando, sin lugar para el aburrimiento, en un mundo lleno de recuerdos y anécdotas, como un viaje cuando era joven profesor soportando «junto a Salvador Dalí, una gran tormenta en al Atlántico, solos impertérritos en el puente de la nave desde Londres a Nueva York».

La artista coincide plenamente con las ideas del Prof –así lo llama ella muy cariñosamente en toda la conversación– y su argumentación la traslada al mundo del arte, donde se «ha perdido la capacidad de abstracción; el arte debe mostrar el sueño, transmitir emoción; pero desgraciadamente hoy el arte se simplifica, reflejando a menudo lo feo del hombre». La artista y el profesor se echan piropos mutuos: ella lo califica de «hombre muy fascinante, muy divertido, irónico, con la broma siempre rápida y oportuna, y con una admirable capacidad que se refleja en sus libros. Sabe transmitir las cosas más complejas con enorme sencillez». En efecto, su limpia prosa, con estilo muy eficaz, lejos de lo políticamente correcto, todos la entienden. El profesor la considera «una gran lectora, culta y artista de gran inteligencia».

Isabella posa junto a una de sus esculturas
Isabella posa junto a una de sus esculturas - ABC

Isabella Gherardi se califica de artista «ecléctica»: trabaja con la fotografía, acuarela, tinta china y mármol. Ahora prepara un catálogo de espléndidas fotografías, en las que se percibe su relación con la arquitectura, sobre jardineros invernaderos, incluido el Jardín Botánico de Madrid, vistos como «una metáfora de la tierra y vida humana». El estudio de la artista, al lado de la iglesia española de Santiago y Montserrat, evoca la historia intelectual del pasado siglo: en estas habitaciones vivió la actriz Laura Betti, musa de Pier Paolo Pasolini, y por ellas pasaron actores y escritores, como Marcello Mastroianni, Marlon Brando o Alberto Moravia, entre otros muchos. Desde sus ventanas y terraza se divisan los tejados de Roma y las mágicas puestas del sol de la ciudad eterna.

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