Pippa Middleton en la puerta de la inglesia de St. Mark's
Pippa Middleton en la puerta de la inglesia de St. Mark's - AFP

El acierto de Pippa Middleton a la hora de elegir su vestido de novia

La hermana de Catalina de Cambridge recurrió al diseñador británico Giles Deacon, los zapatos eran de Manolo Blahnik

MADRID Actualizado: Guardar
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Pippa Middleton llegó a la iglesia de St. Mark's, a pocos kilómetros de la residencia de los Middleton en Bucklebury (en el condado de Berkshire), luciendo un impecable vestido en encaje y organza. De corte tremendamente clásico, el traje que eligió para casarse con su novio de hace unos meses, James Matthews, era obra de Giles Deacon, el afortunado creador británico que ha sido «ungido» por la gloria de la fama y tocado por la varita mágica de la nueva cuñadísima británica.

Giles Deacon, encantado con la situación, ha explicado esta tarde que se trata de un modelo de manga corta, corset con encaje al cuello -incluso de inspiración Mao- y con la espalda descubierta con un escote trasero de forma acorazonada.

En la falda, el encaje estaba cosido sobre capas de tul y organza. «He estado encantado de poder trabajar con Pippa para idear su vestido de novia», ha declarado orgulloso. El encaje de seda y algodón se ha cosido de tal modo que era imposible averiguar donde se encontraban las costuras.

Pippa Middleton, que entró en el templo del brazo de su padre, era casi una copia calcada de su hermana el día de su boda, si bien ha elegido con más elegancia su modelo y accesorios, evitando ese innecesario y poco favorecedor escote de pico que Catalina de Cambridge añadió a su vestido de novia. Llevaba la cabeza cubierta por un velo de tul con perlas bordadas, hecho a medida por Stephen Jones. Bajo el velo, lucía una sencilla diadema de Robinson Pelham, la misma casa de la que procedían sus pendientes, que ya estrenó en la boda de Catalina y Guillermo de Cambridge en 2011.

Sus zapatos de tacón de satén marfil eran obra del maravilloso español afincado en el Reino Unido, Manolo Blahnik. Se trataba de una versión customizada del modelo «Seneca», con perlas bordadas como añadido especial.

Kate Middleton, que devolvió el favor a su hermana Pippa, ocupándose de la parte posterior de su vestido a la entrada en el templo. Escogió para la ocasión un vestido en color rosa de Sarah Burton para Alexander McQueen, la misma casa que creó su vestido de novia y el recordado vestido de dama de honor de Pippa que tantos halagos a su derrière causó. El atuendo en cuestión, si bien era muy elegante, parecía directamente sacado de alguna revista de moda de los años 40, con plisados traseros, body extremadamente femenino y falda muy por debajo de la rodilla. El tocado y accesorios, también muy años 40.

Carole Middleton, la suegrísima, lució un modelo de vestido-abrigo en rosa claro, con botonadura superior, ceñido en la cintura y por encima de la rodilla, aparentemente obra de Catherine Walker & Co, donde se vistió para la boda de los duques de Cambridge. Su sombrero a juego, repetía el tono de los zapatos de salón y la pochette en ante, creando un conjunto algo aburrido. Después de todo, y por el momento, es Pippa la que mejor se ha vestido hasta ahora.

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