Julián Contreras Junior: sexualmente «inerte» a sus 29 años

Las desgracias nunca vienen solas y, a veces, el macuto de las inoportunas se ceban con aspectos de extraña conexión con el desencadenante de la desdicha. Le ha pasado a Julián Contreras Junior, hijo de la desaparecida Carmina Ordóñez, y lo ha contado (por segunda semana consecutiva) en la revista «Semana». «En ese aspecto estoy completamente inerte», ha explicado en señal a su potencia sexual. Y es que, a pesar de tener 29 años, el joven admite sentirse «como si fueran 60».

Contreras se medica «contra la depresión, la ansiedad y los brotes de pánico», un combinado químico que le provoca «incapacidades»: «La inapetencia es absoluta», añade. Un problema que tiene su origen en los graves problemas económicos que tanto él como su padre están pasando, al arrastrar una deuda de casi medio millón de euros.

La mala planificación empresarial de un restaurante italiano que abrió les ha dejado a ambos en una complicadísima situación que, según él, espera solucionar consiguiendo un trabajo «en comunicación y audiovisuales». Antes, ya salió en televisión llorando y diciendo que casi se suicida.