Francisca de Pedraza
Francisca de Pedraza - ABC

La primera mujer que ganó una demanda de divorcio por malos tratos

El PP de Alcalá de Henares ha presentado una moción para que el Pleno reconozca el valor de Francisca de Pedraza (siglo XVII), pionera en la lucha contra la violencia machista

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La figura de Francisca de Pedraza puede resultar desconocida para el público general, pero lo cierto es que ocupa un papel destacadísimo en la lucha contra la violencia machista. Natural de Alcalá de Henares, fue la primera mujer que denunció los maltratos de su marido hasta conseguir el divorcio; un episodio completamente inusual en la fecha en que se produjo: el siglo XVII. Considerada como un ejemplo, el grupo muncipal del PP en la localidad ha presentado una moción en el Pleno para que sea reconocida como un personaje fundamental en la lucha contra la lacra machista.

El caso de Pedraza destaca por su carácter invencible; agotó tantas vías judiciales fueron precisas para conseguir separarse de su marido y maltratador, acaso ajena a la idiosincrasia de su tiempo.

La primera denuncia fue presentada el 28 de julio de 1620 ante el canónigo de la Colegial de la villa de Alcalá. Las constantes humillaciones y agresiones físicas motivaron la solicitud de divorcio, que en cualquier caso no era un procedimiento como hoy conocemos, sino la posibilidad de poder tener un domicilio distinto, para que estuviese lo más alejada posible de su agresor. Aunque numerosos testigos confirmaron el maltrato, la sentencia, de 16 de septiembre de es mismo año, únicamente solicitó a Jerónimo Jaras «que de aquí adelante trate bien y amorosamente» a su mujer.

La violencia, evidentemente, no cesó. Así, Francisca Pedraza interpuso una nueva demanda de divorcio el 6 de julio de 1622, esta vez ante la corte arzobispal. De nuevo, la acusación estuvo ratificada por parte de una multitud de testigos, pero el vicario general simplemente dictaminó el 13 de octubre una amonestación contra Jaras: «de aquí en adelante trate a la dicha su mujer con mucho amor y no le haga semejantes malos tratamientos».

Este segundo reves no arredró a Pedraza, segura de que debía agotar las vías disponibles para liberarse de la condena en vida que pasaba junto a su marido. Después de nuevos pronunciamientos de las autoridades que le obligaban a hacer «vida maridable», según los datos aportados por el PP de Alcalá de Henares, Francisca de Pedraza acudió a una instancia todavía mayor: el nuncio del Papa ante los reinos de España, que autorizó llevar el caso ante la Audiencia Escolástica de la Universidad de Alcalá de Henares.

Después de diez años de maltrato continuado, le correspondió resolver al afamado jurista Don Álvaro de Ayala, primer colegial con los grados de licenciado en Derecho Canónico y Civil. La sentencia, ahora sí, fue clara y justa: quedaron revocadas todas las resoluciones anteriores, se permitió la separación, se dictaminó que Jerónimo Jaras devolviera la dote entregada en el matrimonio y se concedió una precursora orden de alejamiento.

«Reconocimiento a una heroína»

La concejal del PP en el Ayuntamiento de Alcalá, Ana de Juan, ha declarado que la propuesta de su grupo muncipal pretende que «esta pionera reciba el reconocimiento y homenaje de la ciudad que fue testigo de su sufrimiento y su coraje, reafirmando el compromiso de todos en la lucha contra los malos tratos y la igualdad entre hombres y mujeres».

«En una sociedad en la que se daba por natural la inferioridad y sumisión de la mujer, Francisca de Pedraza supo rebelarse a pesar de ese profundo y arraigado machismo que situaba a la sociedad al lado del hombre maltratador antes que de la mujer víctima, aunque su vida corriera peligro», ha añadido De Juan.

Ver los comentarios