Fachada del Cine Doré
Fachada del Cine Doré - MAYA BALANYA

El Cine Doré acaba con las chinches

La sala de proyección de la Filmoteca Nacional reabre tras ser atacada por una plaga de insectos en septiembre

Madrid Actualizado: Guardar
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El Cine Doré, la sala de proyecciones de la Filmoteca Española (calle de Santa Isabel, 3), vuelve a estar operativo tras acabar definitivamente con la plaga de chinches que lo ha mantenido cerrado desde el pasado mes de septiembre. Aunque abrió el 2 de enero, la empresa encargada de la desinsectacción, Anticimex, no lo ha hecho publico hasta ahora.

La resistencia del insecto, una especie tropical llamada Cimex Rotundatus, obligó a los gestores del espacio a contratar a esta nueva compañía en noviembre, dada la imposibilidad de su antecesora de hacer frente a las chinches. Según Anticimex, ahora se ha logrado exterminar a los parásitos a través de un sistema de control mediante calor; «una solución segura y eficiente que no tiene impacto en el entorno».

El director técnico de la empresa, Jordi Tapias, explicó que el objetivo del tratamiento es «eliminar todas las fases vitales del insecto, garantizando que se acaba con la totalidad».

El problema de las chinches en el Cine Doré se hizo evidente a finales de julio, tras las denuncias de espectadores por supuestas picaduras. Las quejas, corroboradas posteriormente, coincidían con la plaga de este insecto en el barrio de Lavapiés durante las mismas fechas. Así, la Filmoteca no tuvo más remedio que cerrar sus dos salas el 2 de septiembre.

Después de la primera desinsectación, la plaga se dio por controlada y reabrieron: una el día 9 y la otra, la principal, el 15 del mismo mes. A pesar de las siete fumigaciones, una nueva queja reflejó que no se había acabado con las chinches. Entonces, el Ministerio de Cultura (de quien depende la Filmoteca Nacional) declaró que el cierre era indefinido y que no estaría disponible hasta desinfectar por completo el espacio. Se llegó a pedir consejo a dos cines que habían pasado por lo mismo, en Toronto (Canadá) y Pésaro (Italia), para atajar el problema.

Con la permanente colaboración del Ayuntamiento de Madrid, en un principio se barajó la posibilidad de cambiar todas las butacas, pero finalmente se optó por contratar los servicios de una empresa más potente. Si bien la plaga de chiches generó cierta alarma en Lavapiés, Tapias ha asegurado que la presencia de estos insectos «no tiene relación con la suciedad ni con la falta de higiene». «Se trata de una especie que habita donde los humanos permanecemos un tiempo sin movernos: como el sofá de casa», ha añadido el director técnico de Anticimex.

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