El cartel que indica el cierre del local Cinco Jotas
El cartel que indica el cierre del local Cinco Jotas - ABC

Amenazan con encadenarse a los restaurantes de Puigcerdá para evitar su cierre

La Policía ya ha precintado el primero y mañana será el turno de los dos siguientes: Babelia y Los Gallos

Madrid Actualizado: Guardar
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La Policía Municipal ha precintado esta mañana el primer restaurante del conocido como callejón de Puigcerdá. Mañana esta estampa se repetirá, si nada lo impide, en los otros dos locales anexos a los que les ha llegado al orden de cese de actividad: Los Gallos y Babelia, cuyo propietario, Pepe Caldas, ha anunciado que todos los trabajadores protestarán en la puerta de sus locales e incluso se encandenarán para impedir la clausura. «El cierre completo del local, nos destroza», ha lamentado Caldas.

Tal y como adelantó ABC, el Servicio de Disciplina Urbanística municipal ya amenazó con clausurarlos el pasado julio si no subsanaban las irregularidades encontradas en los cerramientos de las terrazas y veladores de varios restaurantes de la que es considerada la «calle de la gastronomía» del barrio de Salamanca, junto a la Milla de Oro de Madrid.

El cese de actividad, que se efectuará a partir de mañana, supondrá la cancelación de las 400 reservas que ya tenían entre cenas y comidas de Navidad, según las cifras que manejan los restaurantes implicados. «Afecta directamente a las familias de los 200 empleados que trabajan aquí: si el cierre se mantiene, no me va a quedar más remedio que hacer un ERE», alertó, con preocupación, el dueño de Babelia y Los Gallos, Pepe Caldas.

Preguntada por esta cuestión a la portavoz Municipal, Rita Maestre, ha indicado que hace un llamamiento a la «responsabilidad». La edil ha reconocido que ha habido contacto en todo momento con los responsables de estos negocios y que se ha tratado de atender sus demandas, pero también las de los ciudadanos. «Es complicado, pero se trata de equilibrar de acuerdo a la normativa», ha indicado, informa Ignacio S. Calleja.

Los empleados, algunos de ellos con lágrimas en los ojos e impotencia, se han enzarzado en una discusión con los residentes de la calle que se ven afectados por las terrazas, ya que esta orden llega después de que la comunidad de vecinos de la calle de Jorge Juan, 11, 13 y 15, denunciaran las supuestas irregularidades. En el escrito firmado por los residentes y enviado a la Junta de Distrito de Salamanca, en noviembre de 2015, se quejaban de los «graves» perjuicios que suponía para ellos convivir bajo esas circunstancias.

«La producción de olores, ruidos, saturación de espacios en las aceras que imposibilitan el tránsito, y colapso de la circulación por aparcamiento de coches de clientes en horas punta y proveedores» son algunos de los trastornos que les «hacen la vida imposible» y dificultan la convivencia. Tras distintas inspecciones a estos locales, los técnicos comprobaron que, según consta en un informe del Servicio de Disciplina Urbanística, «han efectuado terrazas con cerramientos estables que amplían el local sin estar autorizados», ya que se trata de «espacios de titularidad privada, pero de uso público».

Los dueños de los restaurantes se quejan de que llevan «años queriendo formalizar legalmente estas terrazas», ya que consideran que se encuentran en un «limbo legal». Fue la propia Junta de Distrito la que consideró que su caso era «excepcional» y envió sus expedientes a la Comisión de Excepciones de Terrazas y Veladores.

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