España abre la puerta a incentivar la retirada voluntaria de la leche

Bruselas sigue sin dar con el antídoto a la cronificación de la crisis del sector lácteo a nivel europeo, que se ha visto agravada por la tendencia a la baja de los precios y la sobreproducción. La Comisión Europea falló en sus cálculos. Las previsiones de crecimiento de la producción con el fin de las cuotas lácteas —el sistema de regulación que estuvo vigente durante más de medio siglo— poco o nada tienen que ver con los datos que hay hoy sobre la mesa, justo cuando se cumple un año de su desaparición. La única salida ahora es la retirada voluntaria de la producción, opción prevista en la legislación europea y anunciada tras la celebración del Consejo de ministros de Agricultura y Pesca el pasado mes de marzo

. La producción en Galicia alcanzó ese mes niveles récord (226.884,8 toneladas) con un precio medio de 28 céntimos por litro.

Sobre la medida, que ayer fue analizada coincidiendo con una nueva reunión de los titulares del ramo de los 28 estados miembros, los ganaderos europeos (European Milk Board) se aventuraron a calificarla de «insuficiente» y recordaron el caso de Suiza, donde las cooperativas que aprobaron esta propuesta perdieron a parte de sus miembros. En España su puesta en marcha dependería en principio de la Interprofesional Láctea (Inlac), que lleva ya semanas trabajando mano a mano con el Ministerio de Agricultura sobre las distintas modalidades de aplicación de las actuaciones anunciadas por la Comisión.

Si bien, su carácter voluntario genera poca confianza y de ahí que la ministra Isabel García Tejerina abriera ayer la puerta a incentivar a los productores que se acojan a los acuerdos comunitarios de retirar voluntariamente leche del mercado ante la crisis del sector. «Estamos hablando en el seno de la interprofesional y cabría la posibilidad de hacer una extensión de norma para esta reducción», indicó.

En cuanto a su aplicación práctica, y antes de escuchar el balance del comisario Phil Hogan sobre unas medidas que no han tenido el impacto deseado, Tejerina señalaba que la percepción es que «todavía ningún país de la UE ha adoptado esta posibilidad».

Partidaria de agotar la PAC

Respecto a la opción que barajan algunos países, entre los que se encuentra Francia, de pagar a las organizaciones por alcanzar estos acuerdos voluntarios, García Tejerina no lo descarta, aunque matiza que habría que estudiar cuál es el origen de este dinero, una cuestión «especialmente importante antes de tomar una decisión». En este sentido, se mostró partidaria de agotar primero todas las reservas dentro de la Política Agraria Común (PAC) —190 millones de euros para un total de 33.000 beneficiarios en el caso del rural gallego—.

La ministra en funciones explicó que la situación del sector lácteo es de «una cierta estabilidad de precios», con una tendencia a la baja que es «cuestión de milésimas», y un comportamiento «mejor que el resto de los países de la UE». Si bien, no ocultó su preocupación de que la producción en España se haya disparado un 4,3% en abril con respecto al mismo mes de 2015.

Respecto a las demandas que la cartera ha hecho llegar a Bruselas, defendió que «están atendidas». «Pedimos que lo antes posible se abriera la intervención y el almacenamiento privado», recordó, y señaló además que la CE «duplicó la cantidad de leche desnatada en polvo y de mantequilla que podía ir a intervención».