Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid - F. HERAS
Educación

La Universidad se «reinventa»

Los centros de la Comunidad han remodelado títulos y crecido en alumnos, a la espera de otra reorganización

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Hace casi tres años, la Consejería de Educación de Castilla y León planteó una reordenación de las titulaciones universitarias para hacer frente a la duplicidad de títulos en varios campus y esto conllevaba la remodelación de una treintena de carreras acuciadas también por una matrícula pequeña de alumnos. Hoy, las universidades públicas de la Comunidad dicen haber hecho los «deberes» y de esa remodelación han surgido dobles titulaciones, otras compartiendo un buen número de créditos para hacerlas más eficientes económicamente y con más salidas para sus estudiantes, así como, en otros casos, se ha optado por la vía no presencial, la online.

Aún así, a principios de diciembre podría reunirse la Comisión de expertos universitarios y representantes de las provincias y municipios de la comunidad que deberán «racionalizar» aún más ese mapa de titulaciones para ir un paso más allá, según precisa la directora general de Universidades e Investigación de la Consejería, Pilar Garcés.

El consejero de Educación, Fernando Rey, ya lo ha expresado en el inicio de este curso: se hará «desde una perspectiva generosa e integral, a medio plazo», teniendo en cuenta que «todos no pueden tener todo» en alusión a las titulaciones, y siendo consciente de que la cuestión «es un problema de solución particularmente enrevesada».

En versión «candelabro»

Por su parte, responsables de esa treintena de titulaciones que se han visto en estos años abocados a reorganizar las enseñanzas que impartían en ellas se muestran satisfechos hoy porque, bien optando por las dobles titulaciones, bien eligiendo estructuras «candelabro) -que varias titulaciones compartan un tronco de créditos común para dejar la especialización para los últimos cursos del grado- o bien optando por los grados online, han recuperado alumnos y ven el futuro «con más tranquilidad». Una de ellos es la decana de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid, Milagros Alario, quien recuerda que hace tres años tuvieron que adaptar Estudios Clásicos (Griego y Latín) y que compartiera créditos con el Grado de Español. Clásicos asumió todo el curso de primero y algunos créditos del Grado de Español y formaron un grupo único. Hoy tienen 50 alumnos de nuevo ingreso en ese grupo único y asegura que «la adaptación ha beneficiado a ambos títulos» y que tienen «una situación de suficiente solvencia para justificar que sigamos existiendo, aunque siempre puede haber alguien que quiera ajustar aún más».

También surge la queja de tener «que estar justificando continuamente estos estudios, cuando debería ser lo contrario, que contaran con todo el apoyo», para añadir que la justificación que a veces se utiliza para ponerlos en tela de juicio son las necesidades del mercado laboral. Niega que sus titulados, como los de Filosofía, no tengan trabajo al salir de la facultad o que no sean unos estudios importantes para la sociedad: «esa idea de que nuestros titulados no se colocan es mentira y me parece que al despreciar la Historia, la Filosofía, las Filologías, el Latín, perdemos nuestro patrimonio material e inmaterial; este no es un tema sólo mercantilista». Y le da la vuelta a la cuestión al asegurar que si no hay tantos titulados como en otras carreras, su salida laboral es mejor, aunque sí es cierto, según Alario, «que estos últimos años no se han convocado plazas de empleo público», una de las grandes salidas de estos egresados, aunque «parece que la tendencia está cambiando».

Eso sí, invita en cualquier reforma «a mirar más adelante» y a «no mover estructuras muy complejas que ha costado muchos años construir en función de coyunturas, porque reconstruirlas es todavía más caro», teniendo en cuenta también que estas titulaciones «son fundamentales porque alguien que sólo sepa de una parte del proceso de producción no es un universitario», y recuerda el modelo anglosajón de universidad, donde estos estudios son transversales en todas las carreras porque «es saber pensar, resolver problemas complejos, y eso te lo dan las humanidades».

Quien opina de igual modo es el decano de Ciencias de la Universidad de Valladolid, Fernando Villafañe. Estadística, una de las titulaciones de su Facultad también contó en 2013 con «números rojos» en cuanto al número de alumnado, como pasó con Matemáticas. Hoy, la UVA imparte el doble Grado en Estadística y en Ingeniería Informática, la doble titulación de Grado en Física más Grado en Matemáticas y el programa conjunto de Grado en Ingeniería Informática de Servicios y Aplicaciones más Grado en Matemáticas y, en concreto, el de Matemáticas e Informática se ha llenado, quedando interesados en lista de espera.

Para Villafañe, «hay titulaciones que son estratégicas y que deben darse, independientemente del número de alumnos y una universidad debe tener una titulación de Filosofía, igual que de Matemáticas, porque son disciplinas básicas», y comenta después que hay que «ser eficientes» y que «una manera valiente de encarar esta situación» han sido las dobles titulaciones, con las que, además, consiguen alumnos «que no vienen con notas justitas sino que son brillantes y motivados para obtener ambos títulos».

También introduce otro elemento de reflexión, que «los alumnos, al elegir, están desorientados porque hay demasiada oferta», con «muchos títulos de ‘marketing’ que a la larga no son efectivos, por muy bonito y largo que sea su nombre», porque son coyunturales. «Yo siempre les digo a los alumnos que vienen a las jornadas de puertas abiertas que las titulaciones, cuanto más corto es su nombre, más salidas tienen».

Comenta que la mayoría de los titulados de Estadística de la UVA tienen trabajo antes de acabar la carrera y suma una idea más, la de la exigencia en la enseñanza: «Si hay una titulación en dos universidades, van donde es más fácil, pero quien encuentra trabajo es el que estudia en el centro que ofrece una mejor enseñanza». «Hay que difundir el nivel de exigencia y dificultad o excelencia, pero es difícil para las universidades plantear una campaña de publicidad con esa premisa».

Quien también acometió un profunda remodelación de las titulaciones que tienen que ver con las filologías fue la Universidad de Salamanca, que logró que estos estudios fueran «estratégicos» para la Comunidad, según detalla el decano de Filología de la USAL, Vicente González. Así, Estudios Hebreos y Arameos se imparte dentro de esa estructura «candelabro» con once grados de Filología, entre los que están los estudios Árabes, Alemanes o el Grado en Lenguas, Literaturas y Culturas Románicas.

Para González, hacer desaparecer estos estudios sería olvidar que Salamanca cuenta con ellos desde el Siglo XIV, cuando surgió la Cátedra de Trilingüe (hebreo, arameo y árabe) -este año graduarán a la 798 promoción de Filología- y dar la espalda a una de las señas de identidad de esta Universidad cuando está a punto de celebrar su VIII Centenario o dársela a la multitud de convenios que mantienen con distintos estados, de Japón a la República de Irán, de Bulgaria a Italia, a la vez que dejar coja la pata de la investigación. Además, la Lengua Farsi (Persa) en España sólo se estudia en Salamanca, como pasa con el Arameo Moderno o Antiguo. Y también han logrado darle la vuelta a la situación con Estudios de Asia Oriental, para el que este año han tenido 85 alumnos de nuevo ingreso.

«En diciembre podría reunirse la comisión que definirá un nuevo mapa de titulaciones»

Piensa que «optimizar recursos es importante», pero considera que «es un tópico hablar de que estos estudios no sirven para nada» y que, por ejemplo, «estudios como los de Español, que es una de nuestras marcas, se pueden rentabilizar aún más de lo que lo hacemos, simplemente con un poco de ayuda de la ciudad».

También en León se ha producido una remodelación en estudios como los de Forestales y tienen la doble titulación de Grado en Ingeniería Forestal y del Medio Natural y Grado en Ciencias Ambientales, cuyos 25 alumnos pueden, en cinco años obtener ambos grados. Además, en Ingeniería Agraria, la Universidad de León ha fusionado estudios anteriores y los dos primeros cursos tienen asignaturas comunes para, en 3º y 4º, contar con créditos para obtener la mención en Ingeniería Rural, en Ingeniería Agroambiental y en Ingeniería Agroalimentaria.

«La Universidad alude a la importancia de estudios 'básicos' como la Filosoría o las Matemáticas»

El director de la Escuela Superior y Técnica de Ingeniería Agraria de la Universidad de León -que imparte estos estudios desde 1968-, Pedro Aguado, sostiene que «esto suponía hacer más atractivas las titulaciones», teniendo en cuenta que, a su juicio, hay carreras como la de Forestales, más desconocidas que otras y que «por tendencias, modas, etc., no se matriculaban alumnos como lo hacen en otras como las de Ciencias de la Salud, que son más visibles» porque todo el mundo sabe qué hace un médico, pero no tanto lo que hace un ingeniero forestal». «Es muy buena combinación y estamos contentos», asegura, a la vez que con esta remodelación logran que los alumnos «tengan varias especialidades usando menos recursos y menos gastos, de manera más eficaz» para la Universidad.

Esfuerzo compartido

Aguado también lanza una llamada de atención: «es importante que seamos más eficientes, pero si en algunos centros hacemos ese esfuerzo, que luego no se implanten las mismas titulaciones en otras universidades de la Comunidad; no se nos puede pedir ese esfuerzo a unos solo porque al final, estas medidas no sirven para nada, y si no hay alumnos, el problema se extiende a todos los sitios».

La Universidad de Burgos también optó por ofrecer algunas de sus titulaciones de forma online a la vez que de modo presencial e implantó el doble Grado en Derecho y en Ciencia Política y Gestión Pública. En Derecho ha aumentado su número de alumnos en este último caso hasta los 120 de nuevo ingreso este curso (también tiene el Grado en Ciencia Política y Gestión Pública de modo presencial y online).

La decana de la Facultad de Derecho burgalesa, Teresa Carrancho, cree que «hay cierto desconocimiento de las salidas profesionales» que tienen estas carreras, que «no están tan definidas» como las de otras, pero que han «mejorado sustancialmente y estamos hasta sorprendidos de la demanda recibida».

La decana de Derecho también pone de manifiesto que «con el argumento de que las universidades no están formando para lo que pide el mercado hemos denostado las Letras, la Filosofía... y así somos de incultos». «Ni todo el mundo puede ser médico ni todo el mundo tiene que ser universitario, pero la población tiene que ser culta y eso lo dan titulaciones de este tipo», concluye.

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