El PP reedita su alianza electoral con el PAR: le cede escaños para agrupar el voto

El PP ha reeditado su alianza electoral con el PAR para la cita de las generales del próximo 20 de diciembre. Rajoy vuelve a avalar esta coalición PP-PAR tanto para el Congreso como para el Senado, con el objetivo de aglutinar el voto de centro-derecha en Aragón, a costa de cederles escaños a los aragonesistas en la Cámara alta.

El acuerdo sellado este jueves permitirá al PAR incluir a candidatos suyos en el segundo puesto de las listas del PP al Senado por las provincias de Zaragoza y de Huesca. Los aragonesistas confían en hacerse así con dos escaños en la Cámara Alta para los próximos cuatro años. En las elecciones de 2011 las listas del PP-PAR al Senado obtuvieron tres escaños en la provincia de Zaragoza, otros tres en la de Huesca y tres más en la de Teruel.

La primera experiencia de este tipo la puso en práctica el PP en 1996. En las generales de aquel año concurrieron con listas conjuntas al Congreso y al Senado en las provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel. Luego llegó el «divorcio» entre populares y aragonesistas cuando, tras las autonómicas de 1999, el PAR dio la espalda al PP y se unió al PSOE para formar gobierno en la Comunidad autónoma. Duarnte doce años, tres legislaturas seguidas, los aragonesistas fueron fieles socios de los socialistas, lo que les garantizó mantenerse en el Ejecutivo autónomo.

En las elecciones autonómicas de 2011, con un PSOE en acusado declive, el PAR volvió a unirse al PP, que le acogió con entusiasmo. Así nacía el Gobierno regional de coalición PP-PAR presidido por Luisa Fernanda Rudi hasta que, tras las elecciones de mayo, el socialista Javier Lambán le arrebató la jefatura del Ejecutivo autónomo.

En 2011, tras el pacto PP-PAR en la Comunidad autónoma, llegó la alianza para las listas conjuntas en las elecciones generales que tuvieron lugar a finales de ese mismo año. Aquella alianza la certificó personalmente Rajoy, que vuelve a revalidarla ahora. El PAR se garantizó así volver a tener presencia en las Cortes Generales, después de años en los que había quedado borrado del Congreso y el Senado por la pérdida de apoyo en las urnas.

El escenario de 2011 es sustancialmente distinto al actual. El PP, en aquel momento, se apoyó en el PAR para apuntalar su ascenso en un momento en el que el viento soplaba a favor de los populares tras la etapa de gobierno del socialista Rodríguez Zapatero. Ahora, la alianza con el PAR la traban los populares para frenar el retroceso en las urnas.

En las elecciones generales de 2011, el PP obtuvo ocho de los trece escaños en el Congreso que se eligen entre las tres provincias aragonesas. En esas listas, el PAR solo incluyó miembros en puestos testimoniales, no de salida. Pero una cadena de dimisiones en las filas populares aupó a la aragonesista Carmen Fortea como diputada. Fortea era delegada sindical de UGT y se vio rodeada por la polémica tras desvelar ABC que, previamente, había sido enchufada con contrato fijo en una empresa pública del Gobierno aragonés. Ha seguido en su escaño del Congreso.

En cuanto al Senado, en aquellas mismas elecciones de 2011 la coalición PP-PAR obtuvo nueve de los doce escaños en liza en Aragón. Y, de ellos, tres se los cedieron a los aragonesistas, a los que les habían reservados puestos garantizados de salida para obtener asiento en la Cámara Alta.

Ahora, la renovada alianza electoral entre el PP y el PAR es planteada ahora por los populares como un intento por frenar el retroceso en las urnas. Y de nuevo le reportará al PAR puestos preferentes en las listas al Senado para garantizarse escaños. En algunos sectores populares y aragonesistas dan por hecho que el escenario apunta a que pueden perder dos de los ocho diputados que tienen en el Congreso por Aragón, y dos de los nueve puestos del Senado. Con el PAR confían en que la pérdida no sea mayor.